El drama de una joven modelo yemení encarcelada
Entesar al Hammadi quiso ser modelo desde que era una niña. A menudo se vestía con la ropa de su madre e imitaba a las mujeres que veía en los anuncios de televisión. El sueño de la pequeña parecía imposible en el ultraconservador Yemen donde nació hace 20 años. Pero su empeño la llevó a conseguirlo. Solo que para entonces su país se había precipitado en una guerra civil. Al Hammadi quedó bajo la férula de los rebeldes Huthi, para quienes su comportamiento desafía la moral que aplican. Juzgada por ‘indecencia’ ha intentado suicidarse.
Según el Centro del Golfo para los Derechos Humanos (GCHR, en sus siglas inglesas), Al Hammadi trató de quitarse la vida hace una semana a raíz de que la dirección de la cárcel central de Saná, donde está detenida, decidiera trasladarla a la sección que está reservada a las prostitutas.
Los Huthi, que desde finales de 2014 controlan el norte de Yemen incluida la capital, Saná, imponen a las mujeres un estricto código moral, similar al de su modelo y aliado Irán, y que incluye la exigencia de observar el hiyab, es decir, que se cubran el cabello y las formas del cuerpo.
La modelo, de padre yemení y madre etíope, está en prisión desde el pasado 20 de febrero, cuando según su abogado y varias organizaciones de derechos humanos fue detenida de forma arbitraria. Milicianos Huthi pararon en Saná el coche en el que acudía a una sesión de fotos con una amiga actriz y dos hombres. Las mujeres acabaron en el centro de investigaciones criminales, incomunicadas durante 10 días y sin acceso a un abogado.
La familia de Al Hammadi, preocupada por su ausencia, la buscó sin que los responsables Huthi les revelaran su paradero.
Solo tras el lanzamiento de una campaña pidiendo su libertad en las redes sociales fue presentada ante la Fiscalía en abril y pudo reunirse con un abogado, Khaled al Kamal. “Le confiscaron el teléfono y trataron las fotos de modelo que contenía como un acto de indecencia y, en consecuencia, a ella como una prostituta”, ha explicado el letrado a Human Rights Watch (HRW), que denunció su situación.
Cuando el primer fiscal que las interrogó ordenó su puesta en libertad fue apartado del caso y el dosier se encomendó a otro funcionario, que las acusó de prostitución y tráfico de drogas, sin presentar pruebas. “Esto indica que la Fiscalía ha fabricado las acusaciones contra ellas”, asegura el GCHR.
Su detención forma parte de una campaña de los Huthi contra mujeres liberales y otras voces críticas en las zonas que controlan.
Al menos otras cinco mujeres se encuentran detenidas en la misma cárcel que Al Hammadi bajo acusaciones de ‘indecencia’, pero rechazan dar a conocer sus casos para no dañar la reputación de sus familias, según Al Kamal.
4 MESES
lleva encarcelada, acusada de indecencia y prostitución por posar para unas fotos sin velo.