La agricultura y su realidad
La mayoría de los que labran la tierra en todas la regiones del país se sienten desprotegidos ante el abuso y abandono indiscriminado de los gobiernos, Ejecutivo, provincial y cantonal, que ha vivido Ecuador desde el boom petrolero hasta la actualidad. Por absorber la mayor cantidad de oro negro, que solo ha alimentado a un grupúsculo de bendecidos por corrupción y padrinazgo político, han abandonado el campo y su gente. No existe un verdadero ente regulador que haga respetar el precio oficial de los productos agrícolas: pagan mínimas cantidades por sobre el “precio oficial”. El agricultor sale en pérdida por los intermediarios agrícolas. Ejemplo: en Paján, Manabí, 3 o 4 grupúsculos concentran el capital del cantón y mantienen un oligopolio en la compraventa de maíz. El precio oficial es $ 14,60 el quintal. El obrero del campo acude con su cosecha a la cabecera cantonal para venderla obligatoriamente a los intermediarios; estos pesan en máquinas manipuladas para estafar al agricultor y no conforme con engañar con el peso, pagan menos del precio oficial porque el maíz no se encuentra en la humedad adecuada para estos “abusadores,” que es 13°. Dependiendo de la medición que arroja una maquinita sobre la humedad pagan cada quintal entre $ 10,50 y $11,75 en el mejor de los casos, y el pobre agricultor fletando su cosecha hacia la ciudad va perdiendo con el mentiroso precio oficial, transporte, estafa en el pesaje y demás abusos que se deben sancionar con cárcel. Dejen de estigmatizar al campesino, humillado y burlado por el sector público y privado. ¡Hagan inteligencia agrícola y sabrán la realidad!
Ab. Jaime Andrés Véliz Ortíz