Hipnosis intestinal, una opción para combatir el colon irritable
Conflictos privados o en el trabajo, traumas o estrés pueden afectar al tracto gastrointestinal ❚ Este método busca controlar las molestias a largo plazo
Dolores abdominales agudos, un estreñimiento insoportable, gases persistentes... Para algunas personas, el tracto gastrointestinal está siempre en problemas. Lo que puede reducir en gran medida la calidad de vida, especialmente si la afección persiste.
A veces, los exámenes médicos no revelan ninguna causa orgánica para estas molestias. En esos casos, el diagnóstico suele ser: síndrome de colon irritable.
“Se ha demostrado que en estos casos puede ser de ayuda la hipnosis intestinal”, afirma el profesor Martin Storr, gastroenterólogo del Centro de Internistas Gauting-starnberg, en Alemania. Esta se recomienda en las directrices nacionales e internacionales como posible terapia para el síndrome del colon o intestino irritable.
A menudo, el tracto gastrointestinal se ve afectado por cargas psicológicas debido a conflictos privados o en el trabajo, traumas o simplemente estrés. En esto juegan un papel clave las células nerviosas de la pared intestinal, llamadas también ‘cerebro abdominal’.
En el síndrome de colon irritable, el llamado eje intestino-cerebro, es decir, la interacción mutua entre el intestino y el cerebro, se ve afectada de forma duradera.
La hipnosis intestinal se aplica sobre este eje. “Trabaja sobre las conexiones defectuosas allí, como por ejemplo respuestas reflejas inapropiadas, y redirige gradualmente todo hacia el camino correcto”, explica.
Según señala, la hipnosis intestinal es actualmente la única terapia conocida que no solo aborda las dolencias, sino también las causas. “De esta forma se pueden mejorar considerablemente y también controlar las molestias del intestino irritable a largo plazo”, asegura.
La hipnosis intestinal es guiada por terapeutas especializados. “Sin embargo, el procedimiento también puede aprenderse en casa con la ayuda de programas de audio”, dice Storr, quien diseña este tipo de programas.
En el día a día esto funciona de la siguiente manera: se busca un lugar tranquilo donde uno pueda, idealmente, acostarse. Se coloca la cabeza sobre una almohada (quien lo desee también puede taparse con una manta).
Tras iniciar el programa, hay que prestar atención y seguir las indicaciones. A través de elementos meditativos y ejercicios específicos de respiración se entra en una especie de trance terapéutico.
Una vez que se alcanza un profundo estado de relajación se van visualizando distintas imágenes a través de los audios. Storr describe: “En estas imágenes se emplean sugestiones para regularizar y calmar el sistema nervioso intestinal y el flujo en el tracto digestivo”.
Un ejemplo de este tipo de sugestión: uno debe imaginar que sus intestinos son como un río en el que todo fluye tranquilamente y sobre el que brilla el sol. Luego hay que visualizar cómo fluye calor hacia el tracto gastrointestinal a través de las manos apoyadas en el vientre, desencadenando una sensación de bienestar.
“Al finalizar con estos ejercicios se vuelve a la vigilia después de pasar por una breve fase para despertarse”, afirma.
En su opinión, el momento ideal para la hipnosis intestinal es antes de ir a dormir. Durante las primeras cuatro o seis semanas aconseja realizar los ejercicios de hipnosis a diario o al menos cinco veces
por semana. En algunos casos, sin embargo, recomienda una instrucción terapéutica profesional para la hipnosis intestinal. Esto es especialmente aconsejable cuando el síndrome del intestino irritable está asociado a un trauma, como un abuso o la muerte repentina de un ser querido, por ejemplo, según Michael Bala, especialista alemán en este tipo de hipnosis.
Bala explica que, en estos casos, se trata de trabajar terapéuticamente el conflicto actual y equilibrar el tracto gastrointestinal mediante sugestiones. Las sesiones con el terapeuta se realizan aproximadamente cada 14 días.
De ser necesario, el paciente deberá hacer en casa algunos ejercicios prescritos por el terapeuta entre las sesiones.
Varios estudios internacionales han demostrado que la hipnosis intestinal puede tener efectos positivos. Para que dé los resultados esperados, el paciente debe estar dispuesto a someterse a la hipnosis.