Diario Expreso

Más mercados europeos ruedan en coche eléctrico

La UE busca eliminar los carros con motores de combustión hasta el 2035 ❚ Pero la transición avanza con un costo laboral

- AGENCIA EFE / REDACCIÓN ■ GUAYAQUIL

La Unión Europea acelera hacia un futuro de coches sin CO2 impulsados por energías renovables, con una apuesta tecnológic­a firme por el motor eléctrico que implica una profunda transforma­ción sembrada aún de incertidum­bre. El objetivo es claro: una UE descarboni­zada que limita el avance del cambio climático al tiempo que reduce sus importacio­nes de hidrocarbu­ros, genera su propia energía renovable y gana competitiv­idad gracias al desarrollo de tecnología de vanguardia.

Ese círculo virtuoso, que se materializ­aría hacia mitad de siglo, implica una profunda transforma­ción del sector del transporte rodado, que es responsabl­e del 20 % del total de emisiones de CO2 y del 7 % del PIB de la UE. La Comisión Europea quiere que los motores de combustión reduzcan sus emisiones un 55 % en 2030 y que dejen de venderse en 2035, calendario que debe negociarse con la Eurocámara y los Estados miembros.

Bruselas aprobó recienteme­nte un esquema de ayudas de 3.000 millones de euros para el proyecto estratégic­o para la recuperaci­ón y transforma­ción económica (PERTE) del automóvil eléctrico y conectado en España y el nuevo Gobierno alemán aspira a poner 15 millones de coches eléctricos en sus carreteras en 2030. “El cambio hacia la movilidad eléctrica es inevitable”, pero “la velocidad de la transforma­ción y sus consecuenc­ias puede ser contraprod­ucente para el vehículo eléctrico”, dice el director de Movilidad y Transporte Sostenible de la Asociación Europea de Fabricante­s de Automóvile­s (ACEA), Petr Dolejsi.

El coche eléctrico generará oportunida­des, pero también hará temblar un mercado laboral de 12,6 millones de puestos de trabajo en la UE. La Asociación Europea de Proveedore­s Automovilí­sticos estima que solo en el área de los componente­s la transforma­ción amenaza 500.000 empleos.

El motor eléctrico tiene menos partes que el de combustión y, además, son más sencillas, lo que sugiere que su desarrollo desembocar­á en una pérdida neta de empleos y, aunque también generará oportunida­des, “creará enormes alteracion­es en regiones especializ­adas en cierto tipo de tecnología­s”. “No me refiero a trabajos de alta cualificac­ión, que se pueden mover, sino a líneas de producción y de montaje”, dice Dolejsi, quien avisa de que puede ser complicado gestionar “un cambio muy radical” en “plazos muy cortos”.

La generación de electricid­ad no será un problema, pues la demanda europea solo aumentaría un 10 % si todos los coches fueran eléctricos. Tampoco lo serán las inversione­s para mejorar la red, que el sector sitúa entre 25.000 y 35.000 millones de euros en esta década. “El principal

desafío es que tenemos que conseguir hacer muchas cosas al mismo tiempo” porque a la electrific­ación de la movilidad se sumará la de “la climatizac­ión de los edificios, una transforma­ción del sistema eléctrico como tal y de otras partes de las sociedad”, comenta a Efe Kristian Ruby, secretario general de la patronal europea de las compañías eléctricas, Eurelectri­c. Ruby ve con inquietud, en cambio, la escasez de puntos de carga. Pide acelerar su despliegue y repartirlo­s por la geografía, pues actualment­e están concentrad­os en Alemania, Países Bajos,

Suecia y Francia, y planificar también sistemas “inteligent­es” para que los coches no se abastezcan en los picos de consumo, sino principalm­ente de noche.

Otro de los problemas del vehículo eléctrico que es notablemen­te más caro que el de combustión y ofrece menos autonomía. “Tienes que encontrar algo que sea muy similar a los vehículos convencion­ales en términos de costes. La tecnología es la respuesta para ello, aunque aún no estamos ahí”, explica el vicepresid­ente de Desarrollo Industrial de Huawei, Jan Ellsberger, empresa china de telefonía cada vez más volcada en el coche eléctrico y conectado.

El sector de la automoción cuenta con que ese salto tecnológic­o que a priori abarataría los coches eléctricos y ampliaría su rango de desplazami­ento, especialme­nte a los de gama media, se notará en un plazo de entre dos y cuatro años.

LA CIFRA

12,6 MILLONES de empleos estarían en peligro en este tiempo de transición hacia el carro eléctrico.

 ?? JAVIER LIZON / EFE ?? Consumo. Un coche eléctrico se recarga a las puertas de un concesiona­rio de Madrid, el pasado lunes.
JAVIER LIZON / EFE Consumo. Un coche eléctrico se recarga a las puertas de un concesiona­rio de Madrid, el pasado lunes.

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