Vigilantes fueron atacados con piedras y palos durante un operativo de control
Decenas de motorizados marcharon para pedir que se los deje trabajar
Un control de tránsito terminó en insultos, pedradas y hasta puñetazos en contra de agentes de tránsito que, la mañana de ayer, realizaban un operativo en el barrio Manabí, del cantón La Libertad, provincia de Santa Elena.
Los uniformados habían retenido varias motocicletas con las que, supuestamente, estaban realizando el servicio de ‘mototaxi’, una modalidad de transporte urbano que se ha incrementado considerablemente en la península.
Los agresores pedían que les entreguen sus pequeños vehículos, pues aseveraban que no estaban realizando fletes. Ante la negativa de los vigilantes de tránsito lanzaron piedras contra la camioneta de la entidad, en las cuales movilizaban las motos hasta el Centro de Detención Vehicular de la Comisión de Tránsito del Ecuador, en La Libertad.
Durante la trifulca, los indignados recuperaron sus motocicletas. “Los que nos atacaron andan sin camisas, cubiertos sus rostros y taparon las placas de las motos en las que se movilizaban para no ser sancionados”, expresó el sargento Segundo Angulo, uno de los agredidos.
El agente aseveró que el carro patrullero de la CTE terminó con el parabrisas roto y otros daños graves. Los uniformados tuvieron que correr porque la turba los perseguía. “Nosotros solo hacemos nuestro trabajo y ese es el riesgo que uno corre cuando se realizan estos operativos”, lamentó Angulo. Pero el hecho no terminó ahí. Luego del suceso, más de un centenar de motorizados marchó para reclamar a las autoridades de tránsito, pues consideraban que es una persecución en su contra. El grupo llegó hasta el comando de la CTE en Salinas.
“El problema es porque se los quiere estigmatizar, al ser motorizados se los pretende confundir con delincuentes y eso no es así. Los vigilantes y las autoridades de tránsito deberían conversar. Esto se ha convertido en un problema social”, señaló el abogado David Romo, asesor de los motorizados.
El jurista confirmó que se está tramitando la documentación para que el grupo sea considerado como una asociación y luego solicitarán al Municipio la autorización respectiva y que les concedan el permiso para trabajar. “Ellos cobran más barato que un taxi, por cincuenta centavos te llevan a cualquier parte. Hay que reconocer que estas personas no cuentan con un trabajo fijo y necesitan ganarse el pan diario. Deben dejarlos laborar”, comentó la ciudadana Lupe Ramírez.
La prestación del servicio de ‘mototaxi’ no tiene el aval de la Agencia Nacional de Tránsito, por lo que de manera permanente se efectúan las acciones para evitar que la actividad crezca en la península.