Los más leídos por los presos en las cárceles españolas
Follet, Vázquez Figueroa y Pérez-reverte fueron los autores preferidos
Samir ha pasado los siete últimos años de los 27 que tiene en prisión. Cuando estaba en libertad apenas leía. “Prefería salir de fiesta a sentarme con un libro”, admite desde el centro penitenciario de Albocàsser, en Castellón, donde cumple condena. Ahora, sin embargo, no solo es un ávido lector (entre 25 y 30 libros al año), “aunque ahora son menos porque dedico parte del tiempo a estudiar para graduarme en Psicología” , sino que también se encarga de la biblioteca de esta cárcel.
Clasifica los 9.476 ejemplares con los que cuenta y, una vez al mes, eleva a la dirección del penal una lista de posibles adquisiciones. Acaban de llegarle las dos novelas de Manuel Jabois y ha pedido La Bestia, el libro de Carmen Mola que ganó el Premio Planeta. Para Samir, la lectura de libros se ha convertido en “una evasión” que le permite olvidarse de los más de veinte años de condena que le quedan por cumplir por un delito “muy grave”. En la actualidad, esa literaria vía de escape es Lluvia fina, de Luis Landero.
Los 46.400 reclusos que hay actualmente en las 68 cárceles dependientes de Instituciones Penitenciarias (todas menos las de Cataluña y el País Vasco, que son gestionadas por sus gobiernos autónomos) cuentan con una biblioteca central en cada una, además de un pequeño espacio con libros en cada módulo donde están las celdas.
En total, atesoran 871.202 ejemplares, según el recuento realizado el 31 de diciembre del año pasado. Un número que se reparte de manera dispar en función de la población reclusa de cada centro.
La prisión de Picassent, en Valencia, la mayor de España con algo más de 2.000 internos, cuenta con 36.000 ejemplares. La de Albacete, una de las más pequeñas, con cerca de 250 presos, tiene 4.700 volúmenes. El 60% de los títulos corresponde a narrativa y poesía. El resto se reparte entre el cómic, volúmenes de divulgación, manuales de estudios universitarios y libros de Derecho.
“El Manual de Legislación Penitenciaria es el más leído. Todos los presos quieren saber cómo solicitar un permiso”, señala José Antonio Pérez Yuste, jefe del Área de Formación de Instituciones Penitenciarias, y responsable último de las bibliotecas penitenciarias, para explicar la querencia por estos últimos.
Libros jurídicos aparte, Pérez Yuste asegura que la lista de los autores más leídos en las cárceles no difiere mucho de la que se podría elaborar con los préstamos de cualquier biblioteca de España. Ken Follet, Alberto Vázquez Figueroa, Arturo Pérez-reverte, Stephen King y Dan Brown encabezaron, por este orden, la lista de 2021. Le siguieron Paulo Coelho, Javier Castillo, Santiago Posteguillo, Juan Gómez Jurado, Carlos Ruiz Zafón, Elisabet Benavent y Javier Cercas. “La narrativa manda, aunque también se lee mucha poesía y cómic. Los de Asterix, por ejemplo, son muy demandados, incluso más que los de Mortadelo”, detalla el alto cargo de Instituciones Penitenciarias. No obstante, las estadísticas revelan una disparidad de gustos de una cárcel a otra.