Las danzas shuar que difunde el grupo Nase
Nativos de Uwents llegan a Cuenca para difundir el baile `sua ipiak'
No puedo dejar morir parte de la identidad de mi pueblo shuar. Soy joven y aspiro a dejar huella.
MAURICIO KUUNT, profesor de danza
Los movimientos van acompañados de pequeños saltos. Primero con el pie derecho y luego con el izquierdo. Parecen simples, pero es el compás que constituye el baile del ‘sua ipiak’, la danza ancestral de la cultura shuar que interpreta el grupo de baile Nase.
‘Sua ipiak’ es una planta nativa de la cual los originarios shuar extraen el zumo para colorearse el rostro con su distintivo tono rojo. De ahí que esta danza ancestral resulte identitaria de la cultura amazónica, precisa Mauricio Kuunt, de 32 años, director del mencionado grupo, quien lo cataloga como el oráculo de la mujer shuar.
Es un proceso de transmutación, con los shakaps colocados en las manos, en el cuello y pies, a manera de collares o pulseras, adornos elaborados con semillas de plantas nativas y únicas del Oriente, y que generan sonidos que acompañan los movimientos de los danzantes.
La agrupación pertenece a la comunidad shuar de Uwent, de la parroquia El Pangui, provincia de Zamora Chinchipe.
El grupo es pequeño, dice Kuunt, al explicar que se trata de un elenco con el que ha retomado, desde hace cinco meses, el oficio de transmitir sus conocimientos ancestrales de la danza shuar.
Este maestro, también nativo de Uwent, sostiene que con el paso del tiempo muchas tradiciones shuar han ido desapareciendo, entre ellas las danzas y bailes autóctonos.
Por ello decidió, en colaboración con los mayores de su comunidad, “rejuntar” los conocimientos para transmitir a las nuevas generaciones la riqueza de su cultura y así evitar que la identidad propia desaparezca.
“Suave, suave” se va reencaminando a los jóvenes y niños para que cultiven amor por su cultura y de esta manera sea posible mantener vivas las tradiciones propias, como parte de la vida misma de una cultura sin igual, expresa el joven maestro.
Las danzantes visten el traje típico y accesorios con mullos, plumas de aves y semillas de plantas y llevan líneas de color rojo pintadas en sus rostros, en representación de la fuerza y poder que les otorga su dios Arutam,
dentro de la divinidad que caracteriza a esta cultura.
Las danzas se basan en hechos reales. Los bailadores demuestran en la coreografía destreza, agilidad y habilidad, anota el director del grupo.
Kuunt asegura que además del ‘sua ipiak’, existen otros floreos, como la danza que trata sobre la celebración de la chonta, planta nativa de la región, cuya fiesta se celebra después de la cosecha.
Son esos y otros ritmos los que buscan rescatar dentro del mundo de la cultura shuar, añade Kuunt, justificando el viaje hasta Cuenca, donde presentó a su grupo y su danza.
Kuunt no es bailarín profesional, tampoco tiene un título de profesor de danza. Es un conocedor de oficio y su conocimiento es parte de una herencia que le ha sido legada por sus ancestros, por lo que se ha visto obligado a asumir la responsabilidad de tomar la batuta de enseñar a sus coterráneos sobre sus ritos y danzas autóctonas antiguas.
AMAZONÍA PROFUNDA
NUEVA SAVIA
■ El grupo Nase está constituido por ocho jóvenes danzantes. Cuatro son hombres, el resto mujeres. Además, hay una niña de siete años. La idea es ir recuperando la memoria de la danza nativa.
LOS MAYORES
■ A más del grupo de jóvenes, Kuunt tiene otro elenco, formado por 35 personas, entre mayores y adultas, al que desde hace 10 años dirige en su natal Uwents. Con este ha recorrido la parte norte del país.
HACIA UWENTS
■ El viaje hasta la comunidad de Uwents desde el cantón El Pangui (provincia de Zamora Chinchipe) dura una hora en carro. Las vías son angostas y cuando llueve suelen presentarse derrumbes.