El desfile estudiantil-militar para recordar el Bicentenario se tomó el centro de Guayaquil
La actividad contó con la participación de 17 delegaciones educativas
La historia e identidad del pueblo guayaquileño coloreó ayer varios sectores del centro de la urbe porteña, como la Plaza del Centenario o la avenida 9 de Octubre, que se convirtieron en escenario del pregón y desfile cívico estudiantil-militar para conmemorar los 200 años de la Batalla del Pichincha.
El pregón se inició a las 09:00 con una reseña histórica. Ahí se destacó que hace 200 años el pueblo de la Sierra se unió con el de la Costa para obtener la libertad tan anhelada en esos tiempos de colonialismo. También se enfatizó que esa unión debe caracterizar a la sociedad actual.
La alegría era notoria en estudiantes y en sus padres, quienes les tenían botellas de agua para hidratarlos. Sus prendas lucían planchadas y los zapatos lustrados, como si se tratara del primer día de clases.
De pronto, los alumnos tomaron sus puestos y la solemnidad inundó ese punto del casco comercial. Se pidió un momento de silencio como homenaje a los fallecidos en esta histórica lucha por la patria.
Al finalizar el pregón, se dio inicio al desfile. La energía de los jóvenes y la viveza de los colores de varios carros alegóricos se desplazaron desde la Plaza del Centenario hasta la Plaza Vicente Rocafuerte, en la avenida 9 de Octubre y Pedro Carbo.
Las actividades laborales se paralizaron por unos minutos. Empleados de bancos, dependientes de negocios, ciudadanos que iban rumbo al Registro Civil pausaron su ritmo para ver a los estudiantes.
El desfile contó con tres carros alegóricos en honor a los 200 años de la Independencia de Guayaquil, que no fue posible celebrar por la pandemia. Las carrozas fueron acompañadas por personajes representativos de aquella época.
“Hace tiempo que no veía un desfile y este me sorprendió”, dijo Víctor Baquedano, un comerciante de dispositivos electrónicos. Fanny, una transeúnte que estaba con su hijo, en cambio comentó que “desfilaron pocos colegios”. Ellos tenían planificado llegar temprano al evento, pero se les complicó acceder al centro porque varias calles estaban cerradas.
Se siente una emoción increíble al saber que vuelvo a desfilar después de tanto tiempo.
MISHELL TUMBACO, estudiante participante
Tras dos años de encierro es muy lindo ver a mi hija aquí sin que el evento se empañe por la inseguridad.
CARLOS PIBAQUE, padre de familia