Preparación física, antes y ahora
Estoy totalmente convencido de que una preparación física adecuada es más que importante para un buen desarrollo en la actividad deportiva.
En nuestro medio, especialmente en el fútbol, la actividad de esta rama se inicia en 1950 cuando la ASO de fútbol decidió contratar al argentino Gregorio Esperón para mejorar el rendimiento de nuestros nacientes equipos en el ambiente profesional.
‘Don Goyo’, como cariñosamente se lo trató siempre, llegó y trabajó en turnos diarios con equipos como 9 de Octubre, Emelec y Barcelona. Antes de Esperón, la preparación física era dar un par de vueltas a la cancha del estadio y jugar. Eran frecuentes las lesiones musculares, debido a los esfuerzos que se realizaban sin tener un calentamiento previo.
Antes de un partido, el estiramiento se hacía en el camerino, junto al olor del linimento; las manos del masajista se encargaban de activar la circulación y dar paso a las posibilidades de un esfuerzo sin lesión.
Lo estrecho del camerino recibía los botes del balón, y el sonido de los pupos daba la impresión de una sinfonía que “calentaba los motores” para el evento. Se salía en fila india y se llegaba a la galería central de la popular, en donde se saludaba en unión de los gritos y aplausos; luego se retornaba al tribunal principal para un saludo similar.
Antes de 1950 no se usaba números en las camisetas, solamente salían a la cancha 18 jugadores, y solo se podía hacer 3 cambios y al arquero por lesión.
Las naranjas partidas en cuatro eran el Gatorade de la época, y aliviaban en algo la pérdida de calorías.
No piensen que se está en desacuerdo con lo que actualmente se hace. Hay que aceptar los cambios. En los partidos actuales, los preparadores físicos dan para el público una excepcional presentación de movimientos gimnásticos que se asemejan a una coreografía que, en definitiva, siempre será la de activar la circulación y poner al jugador en óptimas condiciones. Los zapatos son de colores, cuero suave y adornados con un lazo que más parece adorno y no protección.