Preservan legado de un maestro de la danza
Carlos Quinde falleció en mayo. Hace 50 años fundó su agrupación
La primera academia de danza creada en Ambato, cuyo fundador fue Carlos Quinde, quien murió en mayo de este año, mantiene vivo el legado de este maestro, impulsando el arte en niños y adultos.
El proyecto del Grupo Folclórico Tungurahua ahora también abarca a niños con discapacidades diferentes, quienes mediante el baile sincronizado realizan la terapia y aprenden sobre las diferentes culturas ancestrales del país, asegura Mery Marcial, directora de la agrupación.
“Mantenemos vivo el legado de Carlos Quinde, haciendo lo que a él más le gustó, que fue impulsar la danza en todas las generaciones. Con los niños con capacidades especiales es un programa de inclusión donde los hacemos sentir que son capaces”, expresa la directora.
El grupo folclórico se creó hace medio siglo en Ambato, pero ha representado al país en diferentes concursos y programas a través del mundo.
En la actualidad reabrieron los cursos permanentes donde a más de la práctica también les enseñan sobre la importancia e historia de cada coreografía y vestimenta de los pueblos milenarios, indicó Mery Marcial.
Trabajan con la academia infantil los martes y jueves desde las 15:00 hasta las 17:00; niños especiales desde las 17:00 hasta las 18:00; con los adultos miércoles y viernes desde las 15:00 hasta las 17:00. “La danza es una actividad completa que a más de mantener el cuerpo en calma, ayuda a despertar los hemisferios del cerebro”, sostiene la directora.
De su parte, el historiador Víctor Hugo Navas expresa que la danza folclórica tuvo su origen desde los bailes rituales primitivos, los mismos que tenían la función de expresar y comunicar temas relacionados con fenómenos naturales, como por ejemplo el de la lluvia y la tierra para la buena producción.