Movilizaciones y vandalismo
Da pena mi país. Estamos sujetos al designio y voluntad de una sola persona. No hay autoridad que lo ponga en su sitio. En octubre de 2019 hizo lo que le dio la gana en la capital, junto con su cómplice principal, que ya no funge de dirigente de un importante sector de la población ecuatoriana pero que no representa ni siquiera un 10 % del total que somos. Este gobierno le dice que quiere dialogar con él, cuando lo que debe de hacer es cogerlo preso junto a todos los dirigentes del paro a nivel nacional y poner juicios penales por destrucción de la propiedad privada a todos ellos. Hace más de dos años, cuando sucedió este paro con actos vandálicos, el país perdió más de $ 800 millones. Ahora tal como van las cosas es posible que se supere estas cifras porque ya pasamos la semana de protestas. ¿Es que acaso este señor le tiene que decir al gobernante cómo manejar las cosas en el país? Por allí vi que este señor le decía al gobernante que “no debe de aceptar las imposiciones del Fondo Monetario Internacional”. Yo le pregunto a este señor: ¿en qué país vive? No sabe que todos los gobernantes que ha tenido este país han negociado préstamos y lo siguen haciendo con este organismo. No sabe que los precios de la gasolina en el país están por debajo del precio a nivel de toda Sudamérica y que, aparte de ello todavía existe el subsidio, al igual que los precios del gas doméstico. La pregunta que me hago además es: ¿quién financia estas movilizaciones? No debe ser gratis que gente de todos lados participen en actos de vandalismo. ¿Hasta cuándo somos testigos indefensos de todos estos actos de barbarie?
Roberto Flores