Las trenzas y sus conexiones invisibles inspiran a un artista
Una muestra recrea las creencias culturales de una etnia en Bolivia
Las trenzas de las mujeres y hombres de distintas culturas en Bolivia son la inspiración del artista Julio César Escobar que expone una veintena de pinturas que muestran las ‘conexiones invisibles’ que se forman cuando una persona toca el cabello de otra.
Un momento tan cotidiano como es peinarse se vuelve un espacio de confianza entre mujeres cuando una madre agarra los mechones de cabello de su hija y empieza a entrelazarlos, una práctica que muchas veces se pasa de generación en generación.
La práctica de trenzar el cabello trasciende en el tiempo y son parte de varias culturas en el mundo que han encontrado en este acto una forma de entablar cercanía con otra persona, comenta Escobar.
“Las trenzas son un elemento vivo de nuestra cultura, pero también es una forma de intercambiar saberes, expresiones, experiencias que terminan en entablar conexiones invisibles en el entrelazado”, explica el artista. También el cabello es considerado como una extensión del ser que tiene su propia dinámica y que demuestra la identidad de las personas, acota Escobar.
El artista decidió mostrar una veintena de cuadros realizados en óleo sobre lienzo, pastel sobre papel, entre otras técnicas en su exposición ‘Trenzas infinitas’ en la Casa de la Cultura en La Paz, que estará abierta al público hasta el próximo 6 de julio.
Se inspiró principalmente en sus ancestros de Tarabuco y en la cultura Yampara del departamento boliviano de Chuquisaca. Tomó fotografías, investigó y luego plasmó sus obras desde 2019.
TARABUCO
En esta etnia boliviana los hombres tenían una larga cabellera que se la peinaban en una trenza que representaba masculinidad, fortaleza, virilidad e incluso era el atractivo. Esto se está perdiendo.