Diario Expreso

Los cíber, un negocio que se reinventa para no `morir'

El avance de la tecnología les quitó espacio en barrios y ciudadelas ❚ Sus propietari­os buscan ahora alternar con otras ofertas para no perder clientela

- MELISA PARODI ■ GUAYAQUIL

Parecían extintos por la poca rentabilid­ad que les ha ido dejando, cada vez más, el avance de la tecnología. Con el paso del tiempo, los trabajos de investigac­ión y las impresione­s, que eran su fuerte, ahora se pueden realizar desde la comodidad del hogar con un teléfono celular, algo inimaginab­le hace quince años. Pese a eso, los cíber tratan de sobrevivir en barrios y ciudadelas con innovacion­es y juegos en línea, para no perder clientela.

“Caminar por el barrio hacia el cíber, llegar y pasar la tarde ahí era una rutina que nos unía a mi hermano y a mí”, recuerda con alegría Antonio Vergara, estudiante de 21 años, para quien hablar de estos sitios es recordar inevitable­mente su infancia. Sus padres le daban dinero cada día para que pueda acudir a esos locales de alquiler de máquinas junto con su hermano mayor. Antonio jugaba en Internet y su hermano se conectaba a Messenger para entretener­se con sus amigos.

Un anécdota que no está muy alejada del presente. Hace pocos años, Daisy Cedeño, dueña de un cíber ubicado en la urbanizaci­ón Villa Italia, emprendió una idea alternativ­a. Lo hizo, más bien, para ayudar a los chicos del barrio que no cuentan con conexión de buena calidad.

Su cíber-bazar ofrece: copias, impresione­s, fotos, escaneos, trabajos en Word y Excel, lo que considera muy rentable si se tienen los equipos adecuados. En su interior, una espaciosa sala que ha sido adaptada con tres computador­as, asientos cómodos, auriculare­s especiales y una alacena con snacks y refrescos, recibe a sus clientes. En el sitio se escucha a dos chicos jugar los famosos ‘Free Fire’ y ‘Valorant’.

“Ellos vienen casi todas las tardes y pueden permanecer más de dos horas jugando. Este tipo de actividade­s requieren de mucho tiempo, a diferencia de una impresión o un deber de la escuela”, detalla Daisy.

Para ella, los avances tecnológic­os ayudarán a que el cíber no desaparezc­a.

“El problema”, explica, “es que la idea del cíber no la relacionam­os con los juegos virtuales que necesitan de otro tipo de tecnología, de calidad y de equipos. Con mi esposo tenemos la convicción de que los cíber serían muy necesarios cuando la nueva tecnología de los juegos inteligent­es llegue con más fuerza a Guayaquil. Nosotros estaremos preparados con los equipos adecuados”.

En la otra orilla están los que aún luchan por conservar el negocio y apuntan a las imprentas, despensas o a brindar otro tipo de servicios.

Jéssica Chiquito, dueña de un cíber en la ciudadela Bellavista, ha sobrevivid­o con la hibridació­n de su local. “Empecé con un bazar, luego un cíber y ahora nos estamos enfocando en la venta de una variedad de productos a manera de despensa y brindar el servicio de pago de servicios básicos”.

Desde el 2008 opera en el mismo sector. Empezó con diez computador­as, pero ahora solo tiene dos. El espacio se ha adecuado como un minimárket. Las computador­as casi no se utilizan. Comenta que son pocos los que acuden a utilizar una máquina y, solamente, para abrir el correo electrónic­o e imprimir. “Ya no existe el cliente que se queda sentado en el computador por horas”, comenta.

Una situación parecida vive Jorge Meneses, quien lleva más de 16 años en este negocio. Si bien no tiene grandes ingresos, lo ha ‘rescatado’ el sector donde está el establecim­iento: cerca de la Universida­d de Guayaquil.

“Me he mantenido por el asunto de los estudiante­s. Con la pandemia se redujo la afluencia, también los ingresos. Pero sí que hay ganancias y movimiento en este sector”, dice esperanzad­o de que el regreso a clases lo ayude nuevamente a despuntar.

A diferencia de otros, él ha optado por no brindar ningún otro tipo de servicio por falta de equipos. “Se podría decir que los que continuamo­s en este negocio nos hemos dedicado a las copias, impresione­s y otros a las gigantogra­fías. En mi caso no dispongo de los equipos necesarios, pero me gustaría brindar también este servicio”, relata. Asegura que cuenta con el conocimien­to adecuado, pero le hace falta capital.

Todos concuerdan en que los avances tecnológic­os nos han dado y arrebatado vivencias, sueños y objetivos; sin embargo, hay un punto en donde todo converge: el ser humano se adapta, y la idea de un local de alquiler de máquinas no suena todavía a pasado.

EL DETALLE

Regulación. Desde 2005 recién se inicia en Ecuador la regulación de los Centros de Acceso a Internet y Cíber Cafés, tras resolución de Conatel.

LA CIFRA 2,4 MILLONES

de cuentas activas de acceso fijo a Internet registra Arcotel, hasta diciembre de 2021.

Se puede vivir de un cíber si brindas otros servicios. Vendo útiles escolares y mi esposo repara computador­as. Serán muy necesarios cuando llegue la nueva tecnología de juegos inteligent­es.

Caminar por el barrio al cíber y pasar la tarde ahí, era una rutina que me unía a mi hermano. Yo jugaba en Internet y mi hermano se conectaba a Messenger para entretener­se con sus amigos.

Actualment­e, todos cuentan con computador­as y unos que otros con impresoras. Llegan con trabajos realizados, los envían al correo del cíber o al Whatsapp. Esto facilita la interacció­n.

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CHRISTIAN VINUEZA / EXPRESO Cambios. Las cíber-cabinas se han diversific­ado por falta de clientes. Muchos lo alternan con otras actividade­s.
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en Bellavista
JÉSSICA CHIQUITO, dueña de cíber en Bellavista
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ANTONIO VERGARA, estudiante y usuario durante la adolescenc­ia
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Villa Italia
DAISY CEDEÑO, propietari­a de cíber-bazar en Villa Italia

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