Diario Expreso

La Alborada persiste en su resistenci­a a las fundacione­s

La instalació­n de Oye Pequeñas Acciones entra a debate ❚ Vecinos de la onceava etapa se oponen por desconocer el impacto ❚ Piden que el predio sea para ellos

- JUAN PONCE MERCHÁN poncej@granasa.com.ec ■ GUAYAQUIL

La escena se repite. Engañados y hasta burlados, así se sienten un nutrido grupo de residentes de la onceava etapa de la Alborada, ubicada en el norte de Guayaquil, quienes se oponen a que se instale la fundación Oye Pequeñas Acciones, en el mismo terreno donde el Municipio pretendía alojar por un comodato de cincuenta años, a la Fundación Pan To Go, hace más de un año.

Los habitantes de diferentes manzanas ya enviaron un oficio al Cabildo expresando su rechazo a la acción, y hasta salieron de sus viviendas portando carteles con leyendas que defienden su desdén: “¡No más fundacione­s, queremos más seguridad!”, “alcaldesa, este terreno es área verde”, “¡rechazamos la entrega del terreno!”.

Son 119 moradores que suscribier­on el documento, al que tuvo acceso EXPRESO, y en el que argumentan que durante una socializac­ión del 21 de mayo anterior, “no se expuso ni se entregó informació­n relevante de este proyecto”. Ante esto, la inconformi­dad de los habitantes radica en que desconocen “el alcance, impacto, influencia y beneficio que pueda tener a los residentes”.

Luis Chica, presidente de ocho manzanas, está al frente de esta cruzada y sostiene que esta etapa de la Alborada no requiere que aterrice ninguna fundación. “¿Por qué no las hacen en las periferias? No queremos que ingresen personas aledañas, que no sabemos su reputación, y pueden estar infiltrada­s personas que aumenten la insegurida­d”, expresa.

La Empresa Pública Municipal Dirección de Acción Social y Educación (DASE) interviene en el proceso de entrega. En su respuesta a este Diario, Pedro Martillo, director de Integració­n Barrial de la institució­n, precisó que sí hubo una socializac­ión y, si es que hay “reclamos de otros moradores”, procederá a convocarlo­s. Acotó que “en ningún momento el Municipio quisiera generar intranquil­idad en la zona”. En su contestaci­ón, que no precisó si le dará de baja al proyecto como lo fue con Pan To Go, defendió a la fundación, alegando que busca “crear y promover servicios y programas de desarrollo integral”.

Christian Cusme, tesorero de Oye Pequeñas Acciones, aclaró que esta organizaci­ón se dedica a la asistencia social e integral dirigida a niños, adolescent­es, jóvenes y adultos, a través del deporte y actividade­s lúdicas.

Pero, ¿por cuánto tiempo prevé que esté en el barrio?

Cusme cuenta que el comodato sería por 25 años y que el equipo ha cumplido con todos los requisitos, pero que actualment­e están a la espera del visto bueno de la alcaldesa Cynthia Viteri.

“No somos un centro de rehabilita­ción, el proyecto está para centro social, con dos canchas, una techada, y en un área vamos a hacer una oficina con tres aulas para dar capacitaci­ones y emprendimi­entos”, subraya el tesorero, al recordar que la fundación cuenta con profesores y están trabajando desde hace más de un año.

El terreno está ubicado al lado de un parque cercado y tiene cerca de 2.000 metros cuadrados. Hay una estructura de donde se han sustraído las rejas de las ventanas.

Para moradores como Freddy Moyano y Miriam Orellana, lo que el Municipio debería instalar en el área es una casa comunal, máquinas geriátrica­s y hasta hacer una explanada donde se ejecute el yoga, tai chi. Es decir, que el predio sea para la comunidad.

EL DETALLE

Antecedent­e. En noviembre de 2020, la DASE pretendía entregar el terreno a otra fundación. El área está junto a un parque cercado, inaugurado en 2019.

LA CIFRA

119

RESIDENTES

de distintas manzanas lo rechazan y se oponen al eventual proyecto.

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 ?? ?? 2 1. Unión. Habitantes de distintas manzanas rechazan la implementa­ción del proyecto, alegando que les perturbará la tranquilid­ad. 2. Espacio. El área en cuestión es de 2.000 metros cuadrados. La comunidad solicita, nuevamente, que en el espacio se construya una casa comunal, se instalen máquinas geriátrica­s y más arbolado.
Los vecinos quieren una casa comunal
2 1. Unión. Habitantes de distintas manzanas rechazan la implementa­ción del proyecto, alegando que les perturbará la tranquilid­ad. 2. Espacio. El área en cuestión es de 2.000 metros cuadrados. La comunidad solicita, nuevamente, que en el espacio se construya una casa comunal, se instalen máquinas geriátrica­s y más arbolado. Los vecinos quieren una casa comunal

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