PUDO SER UNA EPOPEYA
Senegal es un equipo físico, igual que nosotros; nos ganó todos los duelos. Atacó y se replegó rápido. Tuvimos problemas en la creación cuando nos tocaba pensar el partido, de ahí que el rival aprovechó nuestras limitaciones.
Los jóvenes jugadores ecuatorianos fueron superados por el entorno de la responsabilidad al enfrentar a un Senegal más fuerte y más físico. Torneo corto, decisiones rápidas... Cuando medimos a Qatar y Países Bajos fuimos superiores en esa característica. Sin embargo, Senegal nos ganó en lo psicológico, dejamos de ser nosotros mismos.
Faltó soltura en la elaboración. Para acertar hay que arriesgar. No fuimos por el partido. Todo estaba bravo y cerrado, nadie se hacía cargo del peso del partido. Ismaila Sarr fue indefendible para Ángelo Preciado; Hincapié lo sometió en una escapada en el área y como respuesta el mismo Sarr puso la ventaja desde el punto de castigo antes de que finalice el primer acto.
El planteamiento estaba para controlar al rival; nos hicieron un gol y quedamos sin respuesta, sin ataque depredador. Y es que cuando a Ecuador lo esperan, y no existe espacio a la espalda del adversario, le cuesta profundizar.
En el complemento salimos a buscar el partido. Torres metió un frentazo picado y Moisés estuvo en el momento justo para empatar la historia. Pero la alegría duró poco. Una desconcentración de marca obligó a un mal rechazo de Enner y Kalidou Koulibaly hizo el gol de la victoria, ese que nos sacó del Mundial de Qatar 2022.
La línea de cinco no es para defender, sino para generar superioridad numérica y hacer un rombo en el eje del medio cambio. Nos funcionó ante Países Bajos, y el equipo tuvo otra postura. Ahora Estupiñán y Angelo no fueron desbordados.
La necesidad de estar mal para demostrar que somos capaces no funcionó en el segundo tiempo. Demoramos en reformular la idea original cuando esta no funcionó.
Senegal fue proactivo, iba hacia la pelota donde estaba. Faltaron jugadores posicionales para tomar rebotes y bloquear los tiros rivales. La presión adelantada nos incomodó y no pudimos salir, costó armar el partido.
Ausente el cambio de marcha, todo fue muy lento en el poco espacio que tuvimos para maniobrar. Adiós Copa del Mundo, un torneo tan corto y una revancha tan larga que no sabemos cuándo la tendremos otra vez.