Un homenaje al arquitecto que dejó una huella en Guayaquil
Florencio Compte narra un libro sobre las obras de Francesco Maccaferri
El arquitecto y vicerrector académico de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, Florencio Compte, logró lo que tanto había anhelado: rendir un homenaje, ese homenaje que asegurale debe la ciudad al arquitecto italiano Francesco Maccaferri, autor de reconocidas obras que marcaron la historia del Puerto Principal.
Ayer y luego de varios años, el también editorialista de EXPRESO publicó la obra ‘La producción arquitectónica de Francesco Maccaferri y su relación con los cambios en la arquitectura de Guayaquil’. Un ejemplar que, como detalló durante el lanzamiento oficial, permite entender y leer los cambios de una sociedad, y la manera de habitar y de entender el espacio.
“La idea de este libro y más que eso, una investigación, me venía rondando ya desde hace muchos años. En 2007, cuando hice un libro previo en el que cité a Maccaferri ya me llamó la atención algunos datos. Decidí investigar más y podría decir que terminé de escribir el libro poco antes de la pandemia. El proceso fue lindo, estuve en contacto con su familia, cuyos descendientes, una gran parte de ellos, viven aún en la ciudad”, indicó.
Compte, quien describió al protagonista de su narración como el iniciador de la arquitectura moderna guayaquileña, hizo hincapié en los procesos que participó y los cambios que generó. “Maccaferri fue un arquitecto que se destacó en lo clásico, en lo ecléctico y moderno. Fue realmente un arquitecto brillante, que en cada uno de sus períodos supo hacer las obras referenciales del Puerto Principal”, agregó. El Palacio Municipal, los hospitales Luis Vernaza y León Becerra, el colegio Vicente Rocafuerte, la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús..., apenas unas de las 50 grandes construcciones que hizo hasta que en 1942 se retiró.
Ese año, tras el terremoto que azotó al país, una de las edificaciones que había levantado, según constaba en papeles, se destruyó. “Lo cierto es que durante el proceso de construcción, él no estuvo a cargo de la obra, había estado viviendo en Italia; pero asumió la responsabilidad porque había firmado los planos. Al final, quedó exculpado, se supo la verdad, pero decidió no seguir más en la arquitectura. Una pérdida para la ciudad... Por eso, este ejemplar es además ese homenaje que la ciudad le debe y que creo era necesario para reivindicar su nombre y el aporte que tuvo con nuestra tierra”, indicó.
Durante el evento, Compte dio detalles de lo difícil, en algunos casos, pero siempre enriquecedor que resultó conseguir y verificar estos datos. Lo dijo con orgullo al precisar que continuará trabajando en este tipo de proyectos que logran dar a conocer la esencia del Puerto Principal.