Un sueño que no fue realidad
Ecuador llegó a Qatar con muchas esperanzas, buena clasificación en eliminatorias y un grupo en el cual aparecía con muchas posibilidades.
De entrada el equipo, con buena organización y jugadores de buen desempeño, se ubicó bien ganando su primer partido a los dueños de casa.
Ya a Países Bajos lo enfrentamos siempre con la sombra de jugar con una selección tres veces vicecampeona del mundo, apodada la Naranja Mecánica. Con 4 puntos producto de una victoria y un empate, nos quedaba Senegal, y las posibilidades de salir vencedores eran muchas.
Los africanos eran el último escollo para clasificar. El director técnico, Gustavo Alfaro, hizo cambios tratando de sorprender a su rival, pero en lugar de replegarse y contragolpear, puso jugadores como puntas de lanza, algo que hizo que el apoyo a nuestros delanteros disminuyera en intensidad. Se alocaron y no descifraron la táctica africana.
Hubo un penal innecesario, el planteamiento no fue el adecuado y, pese a empatar, llegó el gol de Senegal que nos dejó fuera de nuestra aventura mundialista. Emociones diversas, reacciones inesperadas; esperanza perdida luego de la eliminación.
Buscar culpables o cortar cabezas no es necesario. La selección hizo un gran trabajo a lo largo de un encuentro lleno de alegrías, nervios y tristezas.
El análisis de estos resultados vendrá de parte de nuestra Federación Ecuatoriana de Fútbol, pero esperamos poder volver a participar y clasificar a nuestro siguiente Mundial. Tenemos cuatro años más por delante para poder prepararnos, aprender de nuestros errores y seguir llenándonos de esperanzas de que en el 2026 podremos avanzar una vez más.
Quedamos fuera del Mundial 2022, pero seguiremos deleitándonos con los siguientes partidos. Se espera con ansias la final. La siguiente edición de la Copa del Mundo la organizarán tres países (México, Estados Unidos y Canadá), unidos por un mismo deporte.