La desigualdad se agranda en Brasil: las élites concentran cada vez más riqueza
Apartamentos de lujo se levantan a pocos metros de favelas
Las élites concentran cada vez más riqueza en Brasil y a un ritmo tres veces mayor que la población general, un salto que no se veía desde los tiempos de la dictadura militar (1964-1985) y desafía el objetivo del presidente Luiz Inácio Lula da Silva de atajar la desigualdad.
Brasil es uno de los países más desiguales del mundo, donde apartamentos de lujo se levantan a pocos metros de favelas controladas por el narcotráfico.
Así ocurre en Paraisópolis, la segunda mayor favela de São Paulo. De un lado, una colmena de casas de ladrillo desnudo; del otro, imponentes edificios residenciales con pista de tenis y piscinas en cada terraza. Ambas realidades están separadas por una avenida.
La desigualdad es un problema crónico que en los primeros lustros del siglo se estabilizó con una mejoría de las condiciones de vida de los más pobres, pero esa tendencia saltó por los aires entre 2017 y 2022.
Esa es la conclusión de un estudio publicado esta semana por el Observatorio de Política Fiscal de la Fundación Getúlio Vargas. Los resultados están basados en el análisis preliminar de los datos de las declaraciones de la renta y trazan un panorama descorazonador: el nivel de concentración de riqueza en la cúspide de la pirámide social alcanzó un récord entre 2017 y 2022, periodo en el que gobernaron el conservador Michel Temer y el ultraderechista Jair Bolsonaro.
Según el reporte, el 0,1 % más rico lo integran 153.666 brasileños y casi doblaron sus ingresos en ese lapso hasta alcanzar un salario medio mensual de 440.000 reales (unos 90.000 dólares).
Mientras, el 95 % de la población, equivalente a 147 millones de personas, llegó a los 2.300 reales ($ 465) al mes, con un crecimiento del 33 %, ligeramente por encima de la inflación del periodo, que rondó el 30 %.