TEXAS VIVE UNA OLA de amputaciones por diabetes
Una combinación letal de genética, poco acceso a la atención médica y dietas ricas en alimentos procesados agudiza las consecuencias de la patología
En un centro médico de la zona oeste de San Antonio, los pacientes que llegan, la mayor parte de ellos varones, están presentando una coincidencia preocupante: úlceras en los pies que no se quitan. Y, luego, salen con la misma noticia demoledora: su diabetes ha avanzado a tal grado, que tienen que amputarles la pierna para salvarles la vida.
La diabetes ha ido en aumento en todo el mundo y ha afectado sobre todo a las comunidades latinas de Estados Unidos. Una combinación letal de genética, poco acceso a la atención médica, una dieta alta en alimentos procesados y estilos de vida sedentarios ha generado una crisis en lugares como San Antonio, una ciudad del sur de Texas con una mayoría de personas mexicoestadounidenses, que les está costando los pies y las piernas a un número cada vez mayor de varones y, a la larga, a algunos de ellos, también la vida. Texas tiene una de las tasas más elevadas en el país de personas con amputaciones relacionadas con la diabetes: cerca de 52 por cada 100.000 hospitalizaciones. El problema en San Antonio es todavía más grave que en el resto de Texas, sobre todo para los varones, quienes tienen más o menos tres veces más probabilidades que las mujeres de perder un pie o una pierna por la diabetes, tal vez debido a los estigmas culturales que impiden que muchos varones latinos le presten atención a su salud.
“En San Antonio, esto es un gran problema y yo me atrevería a decir que, en términos de complicaciones, es la capital del pie diabético del mundo”, dijo Michael Sobolevsky, un médico podiatra del Instituto para la Diabetes de Texas, un centro médico administrado por la red University Health en los barrios donde hay muchos latinos de la parte oeste de San Antonio. “Estamos haciendo amputaciones constantemente”. Esta enfermedad también está cobrando vidas a una velocidad alarmante. De acuerdo con datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades que fueron analizados por el departamento de salud de la ciudad, la tasa de mortalidad debida a la diabetes en el condado de Bexar supera a la del resto del estado de Texas y del país en general.
La diabetes tipo 2, el tipo más común de la enfermedad, se presenta cuando el cuerpo ya no puede mantener los niveles normales de azúcar en sangre. Afecta a muchas partes del cuerpo, pero por lo general sobre todo a los pies, los cuales tal vez tienen que ser amputados cuando el suministro de sangre no logra llegar a las extremidades inferiores durante largos periodos, lo cual ocasiona infecciones que después se convierten en gangrena. Por ello, Sobolevsky les advierte a sus pacientes que tomen con seriedad hasta las úlceras más leves de los pies.
“Mi trabajo es prevenir y salvar, salvar, salvar”. Este problema fue muy claro para Ralph Defronzo, quien tuvo una participación muy importante en el desarrollo de la metformina, el medicamento de primera línea para el tratamiento de la diabetes, casi tan pronto como llegó a San Antonio a fines de la década de 1990. Defronzo comentó que se enamoró de la cultura mexicoestadounidense tan colorida y hospitalaria, así como de lugares emblemáticos de la ciudad, como El Álamo y el parque River Walk. No obstante, de inmediato notó los patrones preocupantes en torno a la salud.
Incluso siendo un médico joven, sabía que los latinos y los nativos estadounidenses tienen genes que predisponen al páncreas a no producir suficiente insulina y otros genes hacen que los tejidos tengan resistencia a ella. También sabía que la elogiada tradición culinaria de San Antonio, de tipo Tex-mex -que casi siempre es rica en aceites grasos y carnes rojas e incluyen cosas como tortillas de harina y postres con muchos carbohidratos procesados- puede causar estragos en el cuerpo.
Un informe reciente de la ciudad reveló que se consideran obesas o con sobrepeso a más del 76 por ciento, o más de un millón de personas, de la población adulta del área de San Antonio. “Si les realizáramos pruebas a toda la gente de San Antonio, veríamos que tal vez una de cada dos personas mayores de 40 años tiene diabetes”, dijo Defronzo. El Instituto para la Diabetes de Texas se inauguró en 1999 como un enorme centro en la zona oeste y mexicano.
HISTORIA
Juan Arguello III, de 50 años, que ha vivido con una prótesis en la pierna derecha durante casi tres años, ayuda ahora a nuevos pacientes como Pérez a utilizarla.