Consulta: ¿urgencia o dispendio?

En la vida hay que considerar dos aspectos: la urgencia y la necesidad. Esta es inminente al ser y lo acompaña siempre, aquella es necesidad o falta creciente de lo que es menester para algún negocio. El presidente Noboa en el cumplimiento de su promesa de campaña, del oro y el moro, propone una consulta con 11 preguntas, agregando nueve más, las cuales tienen observaciones, opiniones y críticas de constitucionalistas y voceros respetables de la sociedad civil. La mayoría se centra en la justificación de las FF. AA. para combatir la inseguridad que provoca la delincuencia organizada, la red de narcotráfico, la delincuencia común y el sicariato, temas que están siendo tratados y pueden considerarse reformas en la Función Legislativa, donde se supone tiene ‘mayoría’. Aceptó la crítica generalizada y suprimió la pregunta a reabrir casinos. La asunción de su mandato la hizo con un discurso telegráfico que no sintetizó su plan de acción, y envió al exilio a Israel a su binomio Abad porque le incomodaban las observaciones de alianzas con movimientos políticos que criticaba en la campaña, relegando su aporte en el triunfo por el pronunciamiento mayoritario de la sierra central donde ella tiene gran aceptación. La consulta, si se da, costará al erario nacional $ 50 o $ 55 millones, lo que a más del dispendio en época de austeridad, es un despropósito, y genera más enfrentamiento en los ecuatorianos que ahora debemos estar unidos contra la inseguridad.

Rever y considerar es de sabios, rectifica, de humanos. No a la consulta.