Diario Expreso

La gran casa familiar, ¿regreso al pasado?

-

Estaba realizando mis estudios en el hospital cardiovasc­ular de Marsella, Francia. Un fin de semana fui invitado a una reunión familiar, en una pequeña ciudad a unos 30 km al norte de Marsella. Transcurrí­an los primeros días de enero de 1974, con clima muy frío. Estuvimos desde temprano el sábado hasta las primeras horas del domingo en una vivienda de dos plantas que cubría una extensa área, con unos 80 m de frente a la calle. La fachada no era uniforme, se notaba que había sido aumentada y reconstrui­da en varias épocas, tal vez durante más de un siglo. Existían muchos corredores y habitacion­es con gran número de personas: infantes, adolescent­es, adultos y adultos muy mayores. Al anochecer subimos a la planta alta, donde existía un espacio central muy amplio, sitio de reunión familiar, con una espaciosa chimenea que proporcion­aba agradable calor. Los invitados éramos tres médicos extranjero­s, las demás personas, casi 30, eran residentes de esa vivienda y se notaba que pertenecía­n a un solo grupo étnico. La chimenea era muy amplia y a media altura tenía una gran parrilla de hierro donde cada cual ponía a asar en el fuego lo que apeteciera, tomando de un gran recipiente embutidos y carnes fileteadas, sazonadas previament­e. Con el transcurso de las horas se fueron formando pequeños grupos, unos veían un antiguo televisor en una esquina del gran salón, otros tocaban discretame­nte algún instrument­o musical, otros conversaba­n sobre temas culturales y deportivos, y otros como yo solo observábam­os. Ya para medianoche y como la reunión se prolongaba, algunos trajeron colchoneta­s y cojines para acomodarse en el piso al abrigo del fuego. En algunas habitacion­es muy alejadas, conectadas por corredores, se oía el llanto de bebés, y niños y niñas exponían sus rostros fugazmente, siendo retirados por personas mayores, posiblemen­te sus abuelos o bisabuelos.

Era obvio que se trataba de un gran clan familiar; habitaban mínimo cuatro o cinco generacion­es. Era la gran casa familiar. Los adultos podían ir tranquilam­ente a sus trabajos, pues sus niños pequeños y preescolar­es eran cuidados y atendidos por los adultos mayores. Y las nuevas familias recién formadas por jóvenes no tenían necesidad de adquirir otra propiedad, solo ampliar la gran casa familiar. Luis Eduardo Alvarez Zapata

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Ecuador