La pared de una vivienda se derrumba y afecta a otra durante el aguacero
Sucedió el domingo. Ayer hubo una garúa que atascó a la ciudad
El estruendo que a las 19:00 de este domingo 4 de febrero escuchó Lissette Villa Rivera la sacó corriendo de su cama. Al salir al patio de su domicilio, ubicado en la calle Guerrero Valenzuela, entre Cuenca y Brasil, en el suroeste de Guayaquil, observó que una pared de la vivienda de al lado había caído sobre el techo. Asustada constató los daños materiales que había ocasionado el colapso del inmueble vecino, que no es la primera vez que cae sobre su casa.
“Pensé que era un terremoto, fue un sonido tan fuerte que nos levantamos asustados. A esa hora ya estábamos descansando. Afortunadamente solo son daños materiales. En ese lugar funciona el taller de costura de mi mamá y ella no estaba en el local”, explicó.
En la vivienda habitan siete personas, dos de ellas menores de edad. En el inmueble cuyas paredes se han venido desplomando antes funcionaba un colegio; incluso uno de los pilares está a punto de ceder, lo que representa un peligro para las personas que transitan por el lugar.
A la casa afectada llegó personal del Municipio de Guayaquil. Álex Anchundia, gerente de Gestión de Riesgo del Cabildo, mencionó que las más de cuatro horas de lluvia durante la noche del domingo han dejado alrededor de 25 sectores damnificados. “Las afectaciones son más por el colapso de las alcantarillas. Los sectores más vulnerables son el noroeste y sur de la ciudad, especialmente por la basura que se acumula en las calles”, manifestó.
Sin embargo ayer Guayaquil, que permaneció nublado prácticamente toda la mañana, amaneció nuevamente con una lluvia cuya intensidad subía y bajaba hasta las 11:00. A causa de ello, hubo vías que acumularon agua en barrios como Samanes, Guayacanes, Alborada y Urdesa, que se colapsaron.
Circular por la avenida Narcisa de Jesús, según reportaron los residentes, fue un calvario. “Dos horas y media demoré en llegar desde La Joya, en Daule, a Urdesa. Casi tripliqué el tiempo en la ruta. Fue desesperante”, reconoció la conductora Samira Llorenti.