Bomba y marimba con las nuevas generaciones
El folclor afro se arraiga en los barrios de las comunidades negras ❚ Gestores culturales replican estas danzas en Guayaquil
El meneo rápido de las caderas no interrumpe la estabilidad de la botella de vidrio que se mantiene intacta en la coronilla de los cabellos crespos. Sonrientes y tranquilas, las niñas danzan al son de la bomba choteña. El grupo, que viste traje azul con rojo y zapatea a pie descalzo en el escenario del Museo Municipal en Guayaquil, se llama Orisha y es la réplica de grandes agrupaciones folclóricas de bomba, danza propia del Valle del Chota en la serranía ecuatoriana.
“Ensayamos para mantener viva la tradición. Un baile propio de los afroecuatorianos del Valle del Chota. A las niñas les encanta este baile y el hecho de que sea parte de nuestra etnia negra”, cuenta a EXPRESO Matea Valencia, impulsora cultural y coreógrafa de la bomba choteña.
Y es que pese a que el Valle del Chota está a 413 kilómetros de distancia de Guayaquil, el sonido de los instrumentos como la bomba, bongos requinto, guitarra, güiro, campana (sapo) y sintetizador, que se fusionaron en las montañas de la Sierra para crear el ritmo de la bomba, se escucha y se baila en el Guasmo sur y la Isla Trinitaria, de la mano de Matea y 20 niños más.
Lo mismo sucede con la marimba. La mezcla de los instrumentos: marimba, cununo y guasá, traspasa la provincia de Esmeraldas y se arraiga en el sector de Monte Sinaí, donde la agrupación de niños y niñas Chonta, Cuero y bambú la mantiene viva. Ellos son una parte del semillero de más de 55 alumnos de esta danza.
Con faldas holgadas, turbantes y sombreros, los marimberos representan los bailes de la sirena y del pescador, también en el escenario del Museo Municipal en Guayaquil. Una muestra de las leyendas y tradiciones de la Provincia Verde.
“Ambas danzas son patrimonios inmateriales del país y representaciones ancestrales del pueblo afro. Nosotros vinimos desde Esmeraldas y Chota y hemos traído nuestras tradiciones y se las transmitimos a los niños para mantenerlas activas”, dice Orlin Montaño, gestor cultural, docente universitario y dirigente también de Anjoa, agrupación que se encarga de la difusión e investigación de la marimba.
Tanto Valencia como Montaño son gestores culturales que impusieron la misión de enseñar el baile de la bomba y la marimba a las nuevas generaciones de la comunidad afroecuatoriana en Guayaquil, de unirlas en cada escenario y exponerlas.
EL DETALLE
Población. En Guayaquil habitan al menos 250.000 afroecuatorianos, representando al 10 % de la población de dicha urbe.