Sobrevivir a vuelos largos: entre accesorios y rutinas de descanso
Pasar muchas horas en el avión siempre será agotador. Expertos ofrecen una lista de opciones para amortiguar el estrés de los trayectos a grande distancia
Una espera que cansa. Aunque el origen sea emocionante. Son las dos caras de la moneda que un viajero experimenta en los llamados vuelos largos. Se consideran vuelos largos aquellos que duran 8 horas y más, mientras que los que exceden las 16 horas son apodados ultralargos. Los vuelos comerciales sin escalas de mayor duración incluyen los trayectos de Nueva York a Singapur (18 horas y 50 minutos; 15.330 kilómetros) y de Perth, Australia, a Londres (17 horas y 45 minutos; 14.500 kilómetros). Qantas Airways, la aerolínea nacional de Australia, planea operar dos vuelos directos todavía más largos en 2025: de Sídney a Londres y de Sídney a Nueva York (ambas rutas tomarán hasta 20 horas). Para los viajeros, volar a 10.000 metros de altura durante un periodo extenso presenta sus propios retos, incluyendo poco espacio para moverse, el aire seco de la cabina y los cambios en las zonas horarias.
Sandra Pincay, de 50 años, una enfermera que vuela de España a Ecuador para arreglar documentación de su casa, cree que estar consciente del tiempo que toma llegar es el primer paso. “Depende del lugar, pero es necesario tener clara la película. No será un viaje emocionante. El tiempo pasa lento y aunque no se trata de algo duro, el cuerpo se cansa de estar en la misma posición.”, expresó.
No es la misma postura de Verónica López, estudiante de idiomas que viajó por intercambio a Países Bajos y que encuentra un espacio para alejarse de lo rutinario “En vez de tomarlo como un largo periodo en un espacio confinado sin escape, pienso que es un largo tiempo ininterrumpido sin responsabilidades o preocupaciones”, argumentó. Para lograr esa ‘ansiada tranquilidad’ es recomendable realizar algunos tips: asegurarse pasar dormido gran parte del tiempo a bordo, algunos pasajeros consideran las pastillas para dormir o los suplementos artículos infaltables, antifaces y los auriculares con cancelación de ruido también pueden reducir la iluminación de la cabina y ayudar a disminuir el ruido del avión. Una almohada de viaje le brinda soporte.
“Tener algunas almohadillas para el cuello, espalda o pastillas para la fiebre, dolor de cabeza y garganta. Por supuesto esto ya depende del país al que quieran ir. También tener dinero extra para cualquier percance”, sugiere David Estrella un joven que vacacionó en España. Otro paso fundamental es mover el cuerpo.
Muchas personas prefieren un asiento en el pasillo para poderse levantar con frecuencia sin molestar a su vecino de vuelo. Antes de reservar, investiga la distribución y el modelo de los aviones en sitios web de la aerolínea para averiguar cuál tiene el mayor espacio para las piernas. Haz algunos estiramientos mientras esperas en la fila para el baño y da algunas vueltas en la terminal aérea durante una escala para hacer que la sangre circule. Asimismo, evitar excederse en el equipaje de mano.
Si de por si el espacio es reducido y la duración del vuelo podría ser molestoso, el equipaje debe ser lo menos posible para elevarlo y tener las piernas y el puesto libre. “Yo suelo viajar con una maleta grande y una de mano con lo indispensable para aseo y productos de la piel. En una ocasión llevé dos maletas peques y no sabía donde dejar la otra sin que se me perdiera o molestara”, contó López. Dar la oportunidad al entretenimiento visual es una buena alternativa. Si no deseas aburrirte, enciende la televisión y elige la película de tu gusto.
“No están todas las películas o series pero siempre hay alguna que conoces y te llama la atención, por ejemplo: The Big Bang Theory”, asegura Estrella.
ESTRATEGIA Por el tiempo es vital llevar una muda de ropa extra. Un libro no cae mal en la mitad del viaje. Escuchar música si se siente malestar y ver películas para distraer la mente.