La historiadora Jenny Estrada deja un gran legado
Hablar de la valía de la historiadora Jenny Estrada Ruiz es emocionarse de todo lo que ella aportó con sus conocimientos a la cultura de Guayaquil. Escribió 30 o más libros rememorando sus tradiciones y costumbres. Ella deseaba que nuestros niños y jóvenes conozcan nuestra música: el pasillo. Con el apoyo del Municipio fundó la Escuela del Pasillo, contando con talentosos maestros. Enseñaban canto, guitarra, piano, y al poco tiempo arpa. Grande fue la acogida de niños y jóvenes por su dedicación como directora y maestra de piano. Se preocupaba de todos los detalles: que la letra de la música esté de acuerdo con la edad del estudiante, que vistan de manera adecuada para cada presentación, de inculcar valores y costumbres, tan necesarios desde que son niños. No faltaron las presentaciones los domingos, tertulias muy bien recibidas por familiares de los alumnos y público en general. Pensó en los concursos para descubrir nuevos talentos: se premiaban composiciones inéditas de los participantes, a sobre cerrado, sin conocer los nombres, sino por la letra y el mensaje de la canción. Deseaba perennizar a cantantes ecuatorianas que han transcendido en la música haciendo entrevistas, videos, memorias. El salón resultó pequeño para tanto público que acudía a las tertulias. Donde era el bar, improvisó una sala con audio y pantalla grande para que pudiera disfrutar el público que no había logrado ingresar al salón principal. Nueve promociones de músicos se dieron en el tiempo que estuvo ella como directora de la escuela. Todos están dedicados a la música. Ella les decía que no dejen de hacer lo que les apasiona.
Impulsó que el pasillo sea declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Apoyó a cantantes que no nacieron en nuestro país pero que lo escogieron como propio. Ella deseaba que la recordaran con música. Las nueve promociones de sus alumnos se hicieron presentes en su funeral, cada una recordando a su maestra con gratitud. Su legado lo llevan muy dentro de ellos. También se hizo presente Mariel Córdova, dedicándole una pieza musical. Nerio David, igual. Para nosotras sus amigas fue un privilegio compartir con ella. Brindó su apoyo al Archivo Histórico del Guayas por estar en litigio el lugar donde funciona. Jenny escribió en este Diario sobre su importancia: sus documentos deben estar en un clima especial y será muy difícil moverlos a otro lugar.