El chavismo hace memoria de sus posiciones más radicales
En tres meses hubo más detenciones de disidentes ❚ La ola represiva tomó aliento tras éxito en las elecciones primarias de la oposición, en octubre de 2023
El chavismo parece haber puesto la reversa. El avance que significaron
acuerdos de Barbados, la recuperación de cierta interlocución diplomática lograda por Venezuela en los últimos meses -incluidas credenciales de nuevos embajadores antes rebajados a encargados y las conversaciones directas con EE. UU. tras años de hostilidades- y las posibilidades de resolver la prolongada crisis institucional que vive el país sudamericano en elecciones parecen haberse quedado atrás ante la nueva escalada represiva del Gobierno de Nicolás Maduro.
En menos de tres meses se han producido más detenciones de opositores, se bloqueó de la candidatura de María Corina Machado, la principal dirigente para enfrentar al líder del Partido Socialista Unido de Venezuela y se encarceló a Rocío San Miguel, una visible defensora de derechos humanos dedicada al monitoreo de las Fuerzas Armadas Nacionales. A nivel interno, el chavismo ha vuelto sobre estrategias ya usadas para arrinconar a sus adversarios. Pero el incipiente andamiaje que había logrado reconstruir a nivel internacional con el que buscaba recuperar legitimidad, después de años de presión a través de sanciones y ruptura de relaciones diplomáticas en reacción a la deriva autoritaria que vivido el país, parece estarse desmoronando de nuevo.
El chavismo ha denunciado una serie de conspiraciones para asesinar a Maduro y las ha usado como una justificación para salirse de los acuerdos de Barbados, que ya se habían quedado en entredicho con los movimientos del Tribunal Supremo de Justicia para anular las primarias e impedir la participación de Machado. Esto le ha costado que la flexibilización del régimen de sanciones que había pactado directamente con Washington pueda finalizar a la vuelta de dos meses, luego de haber logrado una ligera mejora en la producción petrolera, la apertura del sector a empresas extranjeras y el regreso del empresario Alex Saab, un operador financiero del Gobierno que se volvió clave en los tiempos de mayor cerco sancionatorio.
Esta semana, en medio de la crispación que ha levantado en el ecosistema de las organizaciones de derechos humanos la detención de la abogada Rocío San Miguel y las violaciones al debido proceso en su caso, entre las que sus defensores incluyen la desaparición forzada, el Gobierno ha decidido expulsar a los representantes del Alto Comisionado de Naciones Unidas.
Una publicación en la cuenta en X del organismo, en la que manifestaba su profunda preocupación por la detención de San Miguel ha provocado la medida anunciada por el canciller venezolano Yvan Gil.
La reacción de rechazo en la región ha ido en cadena. Argentina, Costa Rica, Ecuador, Paraguay y Uruguay ya han levantado las primeras banderas rojas. Un cerco diplomático sobre Venezuela podría estarse levantarse de nuevo, pese a los intentos de la comunidad internacional de normalizar las relaciones con el país petrolero.
La oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos se instaló en 2019 tras años de mucha presión de la sociedad civil sobre la situación de los derechos en Venezuela. Maduro autorizó la venida de los presentantes de Ginebra, después de pasar años negando la crisis humanitaria, que también tuvo un correlato en las libertades políticas.
EL DETALLE
Estrategia. El chavismo usa la denuncia de conspiraciones para justificación el incumplimiento de los acuerdos de Barbados.