Nueva era de la educación personalizada
El futurístico mundo que imaginamos hace 20 años acompañados está más cerca de lo que pensamos. Los robots ya tienen presencia importante en varias industrias desde hace años. Lo nuevo es la era de robots educadores. Imaginemos un mundo donde sí podamos personalizar la educación y la inclusión educativa sea una realidad sin barreras para muchos niños. Por años la personalización del aprendizaje sonaba imposible con la estructura de un profesor con 20 alumnos. Él debía buscar el promedio de ritmo de aprendizaje y usarlo como referencia para avanzar; cualquier niño más abajo o más arriba del promedio tenía que adaptarse al famoso ‘una talla para todos’. Si tuviésemos oportunidad de explorar nuestros intereses, de aprender a través de proyectos y de tener retroalimentación específica y oportuna de un educador, nuestro potencial de aprendizaje sería increíble.
La tecnología puede ser un recurso valioso de enseñanza. La gamificación ha demostrado ser una excelente manera de aprender. Mientras aumentamos la motivación y alcanzamos una práctica y dominio de cualquier destreza, los estudiantes avanzan en su plan de aprendizaje. Los robots asistentes de clase pueden adaptar las lecciones usando los datos de rendimiento de cada estudiante, permitiendo seguir sus intereses, ritmos y preferencias para su propio plan de estudios. Las aburridas clases de dictado o esperar el turno para ir a la pizarra quedaron atrás, los niños hoy pueden explorar a través de realidad virtual la era de los dinosaurios o el Renacimiento, haciendo de la escuela un espacio de exploración y curiosidad sin límite. La destreza más importante a fomentar será la inteligencia emocional y social. Con esta tecnología los niños necesitarán más que nunca acompañamiento para reconocer que su ventaja más grande será su capacidad de autocontrol emocional, empatía, valores y toma de decisiones. La ayuda tecnológica aliviará la cantidad de trabajo de los docentes para que dediquen más tiempo a la filosofía, a potencializar la socialización, a reconocer el impacto en el mundo y cómo hacer de los niños mejores ciudadanos. No es una competencia de humanos vs. máquinas; la nueva era es de humanos potencializados por máquinas.