El champús, bebida ancestral y sagrada
Es una colada hecha a base de maíz. Pelileo conserva la tradición
Con la cosecha del maíz también se empieza a degustar una tradicional bebida que se la conoce como champús, en kichwa. Esta colada se la prepara en las zonas de los andes y se la considera sagrada. Se presume que los indígenas la elaboraban desde mucho antes de la colonización.
Esta bebida se la puede degustar fría o caliente y se ha convertido en fuente de emprendimiento para muchas familias. Hace más de 25 años, Luis Moya decidió empezar su propio negocio con la elaboración del tradicional champús, que se ofrece los días jueves y domingos en la plaza San Luis, en el cantón Píllaro, en el norte de la provincia de Tungurahua.
En la actualidad este emprendimiento familiar lo tomó Doris Moya, quien aprendió de su padre. Con el negocio familiar no solo que les permite tener un ingreso económico, sino también continuar con una tradición ancestral, como es la preparación del champús, que se lo hace con harina de maíz, panela y mote.
Esa mezcla de lo dulce, que es la harina y la panela, con lo que es un alimento que se lo come principalmente con sal como el mote, es lo que la hace especial, añade.
Expresa que los dos días de feria salen al mercado a las 08:00, están hasta terminar los 250 vasos del alimento que preparan los jueves y más de 500 los domingos, que es donde hay más concurrencia en el lugar.
La gente todavía aprecia esta bebida ancestral, porque incluso los clientes llegan de Salcedo, Latacunga, Ambato, Quito y otros lugares del país. Son de toda edad, desde niños hasta adultos mayores.
“Dando gracias a Dios tenemos la acogida de las personas que les gusta este producto”, comentó Moya.
La bebida se la acompaña con pan que lo elaboran en horno de leña. Hay de maíz, tapado, empanadas de queso con cebolla y las que van rellenas con dulce de zambo, uan delicia para el paladar.
De acuerdo a la leyenda en Píllaro, se dice que Rumiñahui bebía el champús porque le daba energías. Esta bebida era entre las preferidas del guerrero cuando le tocaba llevar las noticias desde la zona que ahora es Píllaro hasta Quito, en la época incaica.
Una bebida que aún se mantiene en vigencia.