Biden y Trump se lanzan a la caza del votante independiente
No se identifican republicanos ni demócratas y representan casi la mitad del electorado ❚ En las elecciones de noviembre serán más cruciales que nunca
En la generación Z la tendencia es más acusada. El 65 % se declara independiente. THOM REILLY Profesor, Universidad de Arizona
La retirada el miércoles pasado de la candidata republicana Nikki Haley tras los malos resultados del Supermartes marcó el inicio de la temporada de caza del votante independiente, que será más encarnizada que nunca en las elecciones estadounidenses del próximo noviembre. Pese a que se negó a apoyarlo, Haley también dejó libre el camino a Donald Trump para ser designado como candidato por su partido en la carrera hacia la Casa Blanca, y confirmó la repetición del duelo de 2020 con el presidente Joe Biden.
Al conocerse la renuncia, ambos políticos se lanzaron al cortejo de los simpatizantes de Haley, un botín preciado. Se trata de un grupo heterogéneo, mezcla de independientes, republicanos a la vieja usanza y never trumpers, los enemigos más íntimos del expresidente. También hay votantes moderados y con educación universitaria, así como habitantes de los suburbios, que en este país son, más que un lugar geográfico, un estado mental. Trump invitó a todos a “sumarse al movimiento más grande de la historia de esta nación”, mientras que Biden les recordó que había sitio para ellos en su campaña.
A Haley, sus simpatizantes la ayudaron a ganar dos primarias (el Distrito de Columbia y Vermont). Según se pudo comprobar hace un par de semanas, en entrevistas con una decena de ellos en las de Carolina del Sur, estaban unidos por el temor a una segunda vuelta de Trump y por el deseo de que el conservadurismo estadounidense pase de una vez la página del magnate, que este viernes se aseguró el control total del Comité Nacional Republicano (CNR), órgano rector de la formación, al colocar a Michael Whatley, un hombre de su confianza, al frente (la operación se completó con la designación de su nuera Lara Trump como copresidenta).
Ahora que ya es el candidato del partido, el CNR podrá contribuir a la financiación de su campaña. A la pregunta de qué pensaban hacer sin Haley, la mayoría de los suyos se mostró en Carolina del Sur indecisos, y uno de ellos, Tom Arnold, que vota en Maryland, confesó que apoyaría a Biden “con la nariz tapada”.
Antes del Supermartes, la candidata cosechó sus mejores resultados en ese Estado del sur (40%) y en New Hampshire (42%), que comparten su condición de sistemas con primarias abiertas: no hace falta ser un votante registrado para participar, aunque hay que decidir en cuál de las dos, republicanas o demócratas, se quiere concursar. Por eso eran dos laboratorios idóneos para analizar las intenciones de los siempre escurridizos independientes. Y lo que salió de esos experimentos no fueron buenas noticias para Trump, que tiene galvanizadas a sus bases, pero estas no suman lo suficiente para darle la Casa Blanca.
Los problemas también se amontonan del lado de Biden, al que las encuestas dan como perdedor a ocho meses de la cita con las urnas. Esos problemas provienen de su apoyo a Israel en la guerra de Gaza, que enfada a los jóvenes y a la población árabe y le valió un voto de castigo en las primarias; de la sensación entre la ciudadanía de que la economía no va tan bien como él dice, y de la decepción de los votantes negros, que esperaban más de sus promesas.
Tras superar la prueba del discurso sobre el estado de la Unión -que hizo respirar aliviadas a las bases demócratas y a ratos pareció más bien tratarde un mitin-, el presidente se ha embarcado desde el viernes en una semana de actos electorales por seis Estados decisivos, de Pensilvania a Míchigan, y de Georgia a Wisconsin.
Su campaña, mejor financiada a estas alturas que la de su contrincante republicano, pisa así el acelerador: tiene previsto abrir en marzo más de un centenar de oficinas por todo el país y contratar a unos 350 empleados. Urge dar la vuelta a datos como el que arrojó la encuesta Times/siena, que no solo dio la semana pasada a Trump como vencedor, sino que también concluyó que un 83% de los electores de Biden en 2020 tiene previsto volver a apoyar al presidente, frente al 97%, en el caso del magnate.
INDEPENDIENTES
Yo les diría que se concentraran en averiguar cuáles son los asuntos que movilizarían a los independientes”, agrega el fundador del Center for an Independent and Sustainable Democracy.
POLARIZACIÓN
En un momento tan polarizado como este, sabemos que los republicanos votan republicano; y los demócratas, demócrata”, explica el profesor de la universidad de Arizona Thom Reilly.