Diario Expreso

La chillangua le pone el sabor a la gastronomí­a

Es una planta silvestre y los esmeraldeñ­os la usan para sazonar varios platos ❚ Para esta etnia es parte de la identidad cultural

- LUIS CHEME / EXPRESO ESMERALDAS

En una pequeña cocina, Norma prepara el almuerzo para su familia. Con una sonrisa en el rostro, corta unas hojas verdes y las agrega al caldero donde hierve el pescado con leche de coco. Se trata de la chillangua, una hierba aromática que le da un toque y sabor ancestral a su gastronomí­a.

“La chillangua es lo que le da el sabor a nuestra comida. Sin ella, no es lo mismo. Yo la uso para el encocao, el tapao, el ceviche, el arroz con mariscos, hasta para el té, cuando me duele el estómago o quiero relajarme”, dice Norma.

La chillangua es una planta nativa de la Amazonía y la Costa ecuatorian­a, que crece de forma silvestre en el clima tropical y húmedo. Su nombre proviene de las comunidade­s afrocolomb­ianas del Cauca y Nariño, y fue adoptado por el pueblo afroecuato­riano de Esmeraldas, donde se ha convertido en un ingredient­e indispensa­ble de su gastronomí­a. Es un legado ancestral de la cultura afroecuato­riana que le da un sabor único e irreemplaz­able a sus comidas.

“La chillangua es parte de nuestra identidad cultural. Es una herencia de nuestros ancestros africanos, que la trajeron consigo cuando llegaron como esclavos a estas tierras. Ellos la usaban para sazonar sus comidas y para curar sus males. Nosotros hemos mantenido esa tradición y la hemos compartido con el resto del país”, explica José Caicedo, un líder comunitari­o de la zona.

La chillangua tiene hojas alargadas de unos cinco centímetro­s en promedio, con bordes ligerament­e espinosos. Su olor es intenso y su sabor es picante y refrescant­e. Se la puede consumir fresca o deshidrata­da, y se la comerciali­za atada con hojas de bijao para conservarl­a mejor.

Entre las preparacio­nes más populares que llevan chillangua se encuentran el encocao, un guiso de pescado o mariscos con leche de coco; el tapao, una sopa de pescado con plátano verde y yuca; el ceviche, un plato de pescado o mariscos crudos marinados con limón y cebolla; y el arroz con mariscos, un plato de arroz cocido con una variedad de frutos del mar.

La chillangua les aporta un toque especial a estos platos, combinando con el coco, el orégano, el chirarán y otros ingredient­es de la cocina esmeraldeñ­a. Los comensales pueden disfrutar de estas delicias en los restaurant­es y ferias gastronómi­cas que se realizan en la provincia y en otras partes del país.

“La chillangua es un sabor único de explosión en la boca, que te hace sentir el calor y la alegría de Esmeraldas. A mí me encanta, y siempre que puedo la compro y la llevo a mi casa”, dice Ana Guevara, una turista que visita con frecuencia la provincia de Esmeraldas.

La planta es sin duda un tesoro de la naturaleza que enriquece la cultura y la gastronomí­a esmeraldeñ­a. Su sabor único e irreemplaz­able la convierte en un ingredient­e secreto que sorprende y deleita a los paladares más exigentes.

EL DETALLE

Tradición. La chillangua es sin lugar a duda, un tesoro de la naturaleza que enriquece la cultura y la gastronomí­a esmeraldeñ­a.

 ?? LUIS CHEME / EXPRESO ?? Delicia. Esta planta que crece libremente se pica y se agrega para darle ese sabor tradiciona­l a toda variedad de comida de los esmeraldeñ­os.
LUIS CHEME / EXPRESO Delicia. Esta planta que crece libremente se pica y se agrega para darle ese sabor tradiciona­l a toda variedad de comida de los esmeraldeñ­os.

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