Diario Expreso

MUJERES MAYAS, fútbol a 4.150 metros de altura

Un grupo de bolivianas rompen el mito no solo de género, sino también de cultura a punta de jugadas en un campo de fútbol. Buscan la profesiona­lización

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La primera escuela de fútbol creada por mujeres y para mujeres de todas las edades en El Alto se abre espacio poco a poco a 4.150 metros de altitud en la ciudad boliviana, tumbando el mito de que ese deporte es solo para hombres, algo que aún persiste en algunos segmentos de la sociedad.

Con el nombre ‘Club Deportivo Mayas Fem’, la agrupación fue gestada por siete mujeres que se formaron como entrenador­as de fútbol en la tercera versión del Proyecto Vencedoras, una iniciativa de Partners of the Americas, que utiliza el deporte para ayudar a jóvenes de Latinoamér­ica y el Caribe a aprender destrezas emprendedo­ras.

Para llegar a lo que son, las mujeres tuvieron que vivir en carne propia la falta de apoyo en casa o la exclusión en las escuelas de fútbol de predominio masculino. Así lo confirma Caterin Choque Quisbert, una de las entrenador­as.

“Entonces nosotras dijimos por qué no abrimos un proyecto de mujeres para mujeres”, sostuvo la técnica.

“Viendo también nuestras carencias cuando éramos más jóvenes, que no podíamos acceder a una escuela de fútbol, dijimos ‘creemos una escuela netamente femenina, de mujeres para mujeres’. Ese es el lema que manejamos desde entonces”, agregó Mery Apaza, otra profesora de la escuela.

Es así como en 2017 abre la escuela con las especialid­ades de fútbol y fútbol sala. Su nombre: ‘Club Deportivo Mayas Fem’, que encuentra significad­o sobre todo en la palabra ‘maya’, que es el número uno en aimara, y la suya fue la primera escuela de fútbol solo para mujeres en El Alto, donde ya había otros centros de formación para hombres o mixtos.

La escuela actualment­e funciona con tres entrenador­as: Choque, Apaza y Pamela Zanga, quienes imparten sus clases en la cancha de la zona alteña de la Extranca de Río Seco.

Pese a la decisión de salir adelante, Choque y Apaza confiesan que no fue fácil echar adelante la iniciativa, ya que se toparon con muchas trabas por ser mujeres. Por ejemplo, no consiguier­on fácilmente espacios donde entrenar.

Según Choque, los administra­dores de los campos deportivos les ponían ‘peros’ y excusas para cederles los espacios, o simplement­e privilegia­ban a las juntas de vecinos o los sindicatos de transporti­stas.

“No tenemos, ni teníamos ese

apoyo (...) Hasta el momento nos falta todavía cambiar esa forma (de pensar), pero estamos aquí aguantando”, indicó.

Tal fue el éxito que la escuela llegó a tener cinco “sucursales” en distintos barrios alteños, pero con la pandemia de la COVID-19 tuvieron que suspender las prácticas presencial­es y apelaron a prácticas a través de la plataforma Zoom.

“Cuando volvimos a las actividade­s cotidianas, quisimos reabrir, pero el volver a comenzar con presidente­s nuevos (de las juntas de vecinos) fue muy complicado para nosotras como mujeres”, lamentó Apaza.

Luego de buscar exhaustiva­mente, encontraro­n el apoyo de la junta de vecinos de la Extranca de

Río Seco, liderada curiosamen­te por una mujer que les abrió el espacio para los entrenamie­ntos.

De acuerdo con la organizaci­ón, la escuela trabaja actualment­e con 15 niñas y unas 50 adolescent­es, entre ellas mujeres desde los 13 años en adelante, ya que una de sus premisas es no limitar la edad de las participan­tes.

Y es que son bienvenida­s todas: estudiante­s, amas de casa y madres, algunas de las cuales acuden a los entrenamie­ntos con sus hijos pequeños, resaltó Choque.

Por las filas del club Mayas

han pasado varias futbolista­s que actualment­e están en equipos profesiona­les, como Luz Valencia, quien milita en el Bolívar y que jugó en la selección femenina boliviana, o Lisbeth Villasante, del Always Ready.

Hoy el sueño de las ‘mayas’ es tener una cancha propia y marcar la diferencia también con valores contra la violencia machista y el acoso sexual; sin que eso sea impediment­o a ganarse más respeto y apoyo para el fútbol femenino en Bolivia, donde el talento sí existe.

PROYECTO La escuela que inició en 2017 trabaja actualment­e con 15 niñas y unas 50 adolescent­es, entre ellas mujeres desde los 13 años en adelante. Su premisa es no limitar la edad.

Un sueño que crece cada día

1. Inclusión. Entrenan estudiante­s, amas de casa y madres, algunas incluso acuden a los entrenamie­ntos con sus hijos pequeños.

2. Trabajo. Las chicas se forman a nivel técnico y social.

3. Sede. Entrenan con el apoyo de la junta de vecinos de la Extranca de Río Seco, liderada curiosamen­te por una mujer.

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FOTOS: LUIS GANDARILLA­S / EFE Entrenamie­nto. El equipo de mujeres mayas futbolista­s trabaja en la altura boliviana como cualquier otro, con prácticas a doble jornada y una rigurosa planificac­ión técnica y táctica.
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