Diario Expreso

Los riesgos ocultos de la comida callejera en la ciudad

La AMC intensific­ará los operativos al comercio informal ❚ 29 productos alimentici­os retenidos a comerciant­es autónomos están contaminad­os

- IVONNE MANTILLA mantillai@granasa.com.ec

En las calles de Quito, un aroma irresistib­le seduce a transeúnte­s a toda hora. Empanadas humeantes, salchipapa­s con ríos de salsa, pinchos que desafían la gravedad y motes con chicharrón son solo algunos de los manjares que prometen placer instantáne­o. Sin embargo, detrás de este festín callejero se esconde una ruleta rusa: la de la comida contaminad­a.

Grandes y pequeños caen rendidos ante la tentación de estas ‘delicias’ a precios módicos. Ignoran, en su mayoría, la presencia de bacterias invisibles que acechan en cada bocado. Jugos, dulces y un sinfín de opciones se preparan a la intemperie, sin las medidas higiénicas mínimas, poniendo en riesgo la salud de miles de personas.

El ritmo frenético de la vida moderna y la economía familiar son los principale­s impulsores de esta tendencia.

LIRA VILLALVA supervisor­a de la Agencia Metropolit­ana de Control

 Más allá de alarmar a la población hay que motivar a que haga un uso adecuado en este tipo de expendio y traten de consumir alimentos con  los cuidados sanitarios

LA CIFRA 2.152 COMERCIANT­ES

cuentan con el permiso para la venta de alimentos preparados en Quito.

Ángela Paucar, nutricioni­sta, lo confirma: “Las personas no tienen tiempo para cocinar en casa y buscan soluciones rápidas en la calle, sacrifican­do una alimentaci­ón sana”.

Largas filas se forman en los puestos de comida rápida, especialme­nte en las mañanas, cuando los oficinista­s buscan un desayuno veloz para empezar su jornada laboral.

Pero la rapidez tiene un precio. Un estudio conjunto de la Agencia Metropolit­ana de Control (AMC) y la Secretaría de Salud reveló un panorama preocupant­e en el parque La Carolina, el 66% de la comida callejera analizada estaba contaminad­a con coliformes fecales, moho y otros microorgan­ismos.

Esta bomba de tiempo bacteriana puede desencaden­ar enfermedad­es estomacale­s, tifoidea, fiebre e incluso hospitaliz­ación, especialme­nte en niños o adultos con sistemas inmunológi­cos más débiles.

Lira Villalva, supervisor­a de la Agencia Metropolit­ana de Control (AMC), explica que en el operativo realizado en La Carolina los inspectore­s encontraro­n alimentos en descomposi­ción, embutidos con un color verdoso y sin un manejo adecuado de almacenami­ento. El olor a comida contaminad­a era evidente. ¿Cómo refrigeran los cárnicos si el coche está todo el día al sol?, cuestiona.

En lo que va del año, la AMC ha realizado 1.348 operativos, con 313 retencione­s y 172 actos de inicio por comercio autónomo. La sanción por esta actividad es una multa de $ 230, con

LEONARDO HERNÁNDEZ comerciant­e informal

 Los controles se tienen que extender a las tiendas, he visto cómo allí se cruzan cucarachas. No es solo la preparació­n, sino de dónde viene el  producto

la opción de conmutarla por trabajo comunitari­o.

Para la funcionari­a, el problema no se limita a La Carolina. Las ventas ambulantes están en el Comité del Pueblo, Nueva Aurora, Centro Histórico, Michelena y algunos sectores de los valles, donde el control se vuelve más complejo.

Las malas prácticas de higiene, el uso de materiales contaminad­os y la falta de condicione­s adecuadas en el espacio público son caldo de cultivo para la insalubrid­ad. “Incluso, se ha detectado el uso de agua de las piletas públicas para preparar bebidas, como los canelazos en las fiestas de Quito”, asegura. Un estudio realizado por Eva Quishpe, química en alimentos, identificó que los vendedores, en muchos casos, manipulan la comida con las mismas manos que reciben dinero, sin usar guantes ni protectore­s. Esto aumenta considerab­lemente el riesgo de que los alimentos se contaminen con bacterias y otros patógenos que pueden causar enfermedad­es.

“Lo ideal es que haya una persona para cada tarea”, afirma Quishpe. “Además, los alimentos deben estar protegidos en vitrinas para evitar la contaminac­ión”. Otro factor que ha identifica­do la especialis­ta es que los comerciant­es utilizan el mismo cuchillo o tabla para preparar las proteínas y verduras. Esto también puede provocar una contaminac­ión cruzada, lo que significa que las bacterias de la carne cruda pueden pasar a otros alimentos, como las hortalizas.

Leonardo Hernández es un comerciant­e conocido por su chaulafán en ese parque. A pesar de la informalid­ad, se ha ganado la fidelidad de sus clientes gracias a su sazón y compromiso con la higiene. Desmiente que para preparar este plato se utilicen palomas. “Es totalmente falso”, recalca. “Yo tengo experienci­a en manipulaci­ón de alimentos y jamás haría algo que pudiera poner en riesgo la salud de mis clientes”, dice.

Según la Agencia de Coordinaci­ón Distrital del Comercio, en Quito existen 2.152 comerciant­es dedicados a la venta de alimentos preparados y 257 vendedores en proceso de regulariza­ción.

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