Mi salud, mi derecho

En el mundo, el derecho a la salud de millones de personas está cada vez más amenazado. Los conflictos devastan vidas y causan muerte, dolor, hambre y angustia psicológica. La quema de combustibles fósiles impulsa simultáneamente la crisis climática y nos quita el derecho a respirar aire limpio, cobrando una vida cada cinco segundos, al igual que el ruido, la deforestación salvaje, la contaminación de la tierra, fuentes hídricas y de alimentos por metales pesados (plomo, aluminio arsénico, cadmio, mercurio, fósforo inorgánico), plaguicidas y todo tipo de venenos, que por mecanismos epigenéticos generan enfermedades, en especial cáncer, que afecta cada vez más a jóvenes. El Consejo de la OMS sobre Economía de la Salud para Todos ha descubierto que aunque al menos 140 países reconocen la salud como derecho humano en su constitución, solo cuatro han mencionado cómo financiarla. El nuestro está muy lejos de hacerlo; estamos sumidos en una profunda crisis sanitaria, producto de muchos de años de desaciertos, políticas equivocadas, improvisación, malversación, demagogia y corrupción. Para abordar este tipo de desafíos, el tema del Día Mundial de la Salud 2024 es Mi salud, mi derecho, aunque también es una obligación de todos. El tema fue elegido para defender el derecho de todos, en todas partes, a tener acceso a servicios de salud, educación, información, agua potable, infraestructura sanitaria, aire limpio, buena nutrición, vivienda de calidad; condiciones ambientales y de trabajo saludables y decentes, y libertad de discriminación.