Buscan restaurar sus
Riobamba, la capital de la provincia de Chimborazo, pronto tendrá su archivo histórico. Para cumplir ese objetivo, las actas de los hechos trascendentales de la urbe están en proceso de restauración y conservación.
Entre lo más destacado que ha ocurrido en el cantón chimboracense se encuentran las misiones que encabezaron los sobrevivientes del terremoto de 1797 para reasentar la villa de Riobamba, así como memorias de Antonio José de Sucre sobre la independencia.
Los documentos patrimoniales se encuentran en cuatro cajas dentro del archivo municipal, sin acceso al público. Están almacenados bajo estrictas seguridades, según las especificaciones que determinó el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC). Se evita el impacto de factores físicos como temperatura, humedad y luz.
Al momento se ha elaborado un proyecto con la idea de firmar un convenio entre el Municipio de Riobamba y el Instituto de Patrimonio Nacional para el rescate de estos documentos, explica Diego Villacís, director del INPC de la zona 3. “Estos documentos serán procesados en la matriz de la institución, ya que ahí se cuenta con todos los insumos y técnicos necesarios para la intervención”, asevera.
Primero se realizó un diagnóstico del estado y un levantamiento fotográfico para continuar con los procesos de mantenimiento y conservación. Luego se difundirá a la ciudadanía los diversos contenidos que tiene en su poder la Alcaldía.
De acuerdo con Villacís, dentro de estos documentos consta el plano urbanístico y la orientación hacia el noroeste que tiene la ciudad, para aprovechar los soleamientos de la mañana y la tarde a ambos lados de las manzanas. Al igual que las dimensiones y separaciones entre estas, con el fin de protegerlas en futuros hechos sísmicos.
En la labor de conservación se incluye la impresión de 33 reproducciones del mapa de la Real Audiencia de Quito, elaborado por el sabio riobambeño Pedro Vicente Maldonado, a partir de las placas que reposaban en la sala del Museo de la urbe.
“Se prestaron para una exhibición en el Palacio de Carondelet y por su perfecto estado se han realizado varias impresiones, de las cuales dos serán entregadas a la ciudad y las placas retornarán a su lugar habitual”, añade.