¡Amigos en las buenas y las malas!
Él intentó salvarla, pero ambos terminaron desaparecidos en las aguas.
Los jóvenes Cony Selena Muñoz Cedeño y Víctor Andrés Zambrano Amaiquema fueron ‘amigos del alma’ por largos años: desde que se conocieron en la adolescencia en un colegio del puerto principal nunca se separaron. La mala suerte quiso que desaparecieran en las caudalosas aguas de un río.
Cony y Víctor se volvieron inseparables. Les gustaba viajar y hacer muchas cosas juntos. Pero, en la última aventura, algo salió mal...
El pasado sábado 2 de marzo, lo que se avizoraba como un paseo grupal para salir de la rutina en el feriado de carnaval, acabó en incertidumbre para sus familiares.
Ese día, desde la urbe porte- ña, Cony, su novio Yandry, su pana Víctor y otro amigo partieron hacia la provincia de El Oro, contó Óscar Muñoz, hermano de la chica.
Al llegar a tierras orenses fueron a una fiesta en la parroquia Moromoro, del cantón Piñas y, después, durmieron en una hostería de Zaruma.
Luego de visitar la mañana del domingo una mina turística se dirigieron a la cascada del Arcoíris, cerca de Portovelo.
El deseo de fotografiarse en medio del paisaje les jugaría una mala pasada.
“Ella insistió en tomarse una última foto. Sin embargo, se resbaló e intentó sujetarse a una piedra. El novio le dio su camisa para que se agarrara, pero ella no pudo cogerla. Luego quiso sujetarla de la mano, pero tampoco logró hacerlo”, contó Óscar. El enamorado y su amigo intentaron salvarla tirándose al agua, pero no pudieron sacarla. El amor de Cony fue el único que salió del río.
JOVEN VOLUNTARIA
Cony es la menor de tres hermanos. Hizo unos cursos de enfermería y, hace poco más de un año, se enlistó como voluntaria en el Cuerpo de Bomberos de Guayaquil.
“Mi hermano mayor también es bombero. Ella lo vio y le gustó lo que hacía. Así fue como se interesó por entrar a la institución”, recordó Óscar.
El pariente refirió que el sueño de su ñaña era poderse graduar en la universidad como licenciada en enfermería y, luego, formar parte del equipo de paramédicos de los bomberos porteños.
La familia de Cony es de Vinces, provincia de Los Ríos. A los 12 años, ella y su madre se trasladaron a Guayaquil.
Su hermano la recuerda como una muchacha alegre, bromista y amante de los viajes.
La mamá de Cony se quedó en Guayaquil, pues Óscar dice que al enterarse de lo ocurrido a su hija, la progenitora presentó problemas de salud.
Al cierre de la presente edición se supo que un grupo de rescatistas halló un cuerpo en un río cercano al sitio del hundimiento, el mismo que sería el de Cony, informaron fuentes cercanas al dramático caso que causó conmoción.
Desde el domingo anterior, los bomberos locales se mantienen en la búsqueda. Un grupo de voluntarios de Guayaquil colabora en las labores de recuperación.