Romántico Quito
liares, una vez culminada la lucha, y aquel 24 de Mayo de 1822 los dos se conocieron en la vivienda cuando él habló con Teresa de Larrea y Jijón, madre de la muchacha.
Fue el primer encuentro que tuvieron, pero con el tiempo el destino los separó porque Sucre tuvo que viajar a Perú para otras batallas; e incluso, se convirtió en presidente de Bolivia, acotó López.
Pero la presión que mantuvo Felipe Carcelén, padre de Mariana, para que su retoño se una a Sucre y volver a tener representativi- dad dentro de la sociedad rindió frutos.
Los dos se unieron en matrimonio, pero con la peculiaridad que a la ceremonia no asistió el combatiente, sino que entregó un poder para que su amigo el general Vicente Aguirre vaya en su representación. Aquel día Mariana estuvo frente al altar con quien no era su prometido.
Tiempo después se reencontraron, aunque siempre estuvieron en contacto, y pudieron comenzar a tener una vida familiar, acotó.
Otra de las historias de amor que se tejieron en la capital fue la que ocurrió en el palacio de los Marqueses de Maenza, que está ubicado en lo que hoy son las calles Espejo y Flores.
Fue en 1730 cuando Gregorio Mateo De la Escalera y Mariana Aranda, quien era heredera de los Marqueses, se conocieron. A pesar del título la muchacha no tenía mucho dinero, la familia había entrado en una crisis económica y Gregorio se ofrece en mantenerlos si le permitían casarse con ella, comentó el investigador.
La diferencia de edad era grande, él tenía 21 años mientras ella apenas 13 cuando fue obligada al matrimonio. Aunque en un principio no estuvo de acuerdo, con el paso del tiempo fue conociendo mejor al hombre y se dio cuenta que sus intenciones eran buenas, también que tenía muchas propiedades y sirvientes a su disposición y así se enamoraron.
Las paredes que fueron testigos de su historia también lo fueron para la relación del nieto de Gregorio y Mariana, llamado Juan José, con María de Carondelet, quien fue hija de Francisco de Carondelet, conocido como el Barón.
Actualmente en la calle Venezuela, en donde ahora existe un edificio amarillo, hace unos años fue la vivienda de Juan José Flores, primer presidente de Ecuador, aquella morada fue derrocada en ese terreno alrededor de 1940.
Flores tenía 24 años cuando comenzó a buscar una aristócrata para casarse y eligió a Mercedes Jijón de Vivanco, quien tenía 13 años en aquella época. La mujer prove-