¡Carabinazo letal! El delito que se indaga
Poco a poco, los parientes de un chico que murió de un balazo llegaban a la morgue del hospital Raúl Maldonado Mejía, en Cayambe, cantón de Pichincha ubicado al norte de la capital.
Con cada arribo, un fuerte abrazo ponía en evidencia el dolor causado por la pronta partida del ser querido, de 12 años.
Junto a ellos, agentes de Criminalística guardaban el objeto causante del deceso, una carabina. La envolvieron en papel y la colocaron en el patrullero como parte de la evidencia.
Aquella arma con mango de madera estaba sobre una cama, horas antes de la tragedia. Fue señalada como el indicio uno, en la escena de la muerte del estudiante secundario.
Los adolescentes, seis en total, llegaron al inmueble de los cuidadores del predio, topándose con el arma que estaba a simple vista, manifestó Marco Rodríguez, jefe de operaciones policiales de la zona.
Aparentemente, los residentes del lugar tenían la carabina en su poder hace aproximadamente 15 años.
Uno de ellos, de 13 años, la habría tomado como un juego. En ese momento la accionó, apuntando al techo. Pero esta no El muchacho que disparó de manera accidental fue aislado para las investigaciones. Marco Rodríguez, jefe de acciones policiales de esos dos cantones, explicó que este caso se trata de un homicidio culposo y serán los jueces los que determinen qué pena debe cumplir el menor de edad.
se disparó, informó Rodríguez.
Al creer que supuestamente no habían balas, el chico que la portaba apuntó a uno de sus compañeros. Pero la mala suerte se hizo presente y en el segundo intento la carabina se accionó, hiriendo de muerte al otro muchacho.
La víctima cayó al piso, quedando junto a una mesa. Un charco de sangre se formó, delatando así la magnitud de la desgracia.
Se dio aviso a las autoridades, quienes llegaron al sitio e impidieron el paso. Los familiares del fallecido y amigos se apostaron a la entrada del lugar, siendo atendidos por un psicólogo durante las pericias.
Un agente policial explicó que el plomazo se alojó en el rostro del muchacho, cerca de la frente. El costado izquierdo de su cráneo quedó destrozado, imposibilitando el poder salvarlo.