ALAPHILIPPE, NUEVO REY DE LA STRADE BIANCHE
El ecuatoriano Richard Carapaz participó en esta prueba, pero una caída perjudicó su tiempo. Ahora el ciclista nacional se prepara para el Giro de Italia 2019.
El francés Julian Alaphilippe (Quick-Step) conquistó ayer la decimotercera edición de la prueba de ciclismo Strade Bianche, con salida y llegada en la ciudad italiana de Siena y con un recorrido de 184 kilómetros, 63 de ellos en carreteras de arcilla blanca.
Después de triunfar en la Vuelta a San Juan y en el Tour Colombia, Alaphilippe sumó su tercera victoria del año al cruzar la línea de meta de Siena en 4 horas, 47 minutos y 15 segundos, tras fulminar al esprint y en la última subida al danés Jakob Fuglsang (Astana).
Sin el campeón del mundo, el español Alejandro Valverde (Movistar), que volverá a competir el 25 de marzo en la Volta a Cataluña, el podio de la Strade Bianche fue completado por el belga Wout Van Aert (Jumbo-Visma).
En su estreno absoluto en la prueba toscana, Alaphilippe puso su firma en una Strade Bianche que, pese a su joven historia, ya se convirtió en toda una clásica del ciclismo moderno y en una cita de lujo del calendario World Tour, con el polvo del “sterrato” y el encanto de los cerros toscanos como marco.
Los 147 corredores participantes salieron de Siena a las 10.40 (9.40 GMT) y no faltó la habitual fuga inicial, de cuatro hombres, con el italiano Diego Rosa que fue el más agresivo, al escaparse en solitario y al aguantar al frente durante más de cien kilómetros.
Detrás de él, el poblado grupo de perseguidores sufría para aguantar el ritmo y la arcilla blanca hizo que algunos protagonistas, como el ecuatoriano Richard Carapaz, se resbalaran y perdieran sus opciones de pelear por el triunfo.
El liderato de Rosa aguantó hasta 36 kilómetros del final, cuando un grupo de trece corredores, entre ellos Benoot, Van Avermaet y Alaphilippe le alcanzaron y anunciaron batalla.
Los más incisivos fueron Alaphilippe y Fuglsang, campeón de Mountain Bike y acostumbrado a competir en condiciones extremas, quienes, en el penúltimo tramo de ‘sterrato’, se escaparon al hacerse con un minuto de ventaja sobre el pelotón a 15 kilómetros de la línea de meta. Ligeramente más atrás estaba Van Aert, quien se descolgó al principio, reservándose un gran ataque para el final.
Alaphilippe y Fuglsang llegaron a batallar en Le Tolfe, el tramo de arcilla más exigente, con pendientes que alcanzan el 18 por ciento. El danés tenía claro que debía darlo todo allí si quería tener opciones de ganar, pero el francés no le dio opción.
Los dos llegaron juntos al último tramo y empezaron a estudiarse, intercambiaron miradas y prepararon los últimos 700 metros, con una gran subida final que llevaba hacia la Plaza de Campo, con pendientes del 16 por ciento.
Bajaron ligeramente el ritmo los líderes y Van Aert lo aprovechó para realizar un gran esfuerzo y alcanzarlos. Sin embargo, la dura subida final se le hizo demasiado dura al belga y el triunfo final se lo disputaron Alaphilippe y Fulgsang.
Detrás del danés hasta 300 metros de la línea de meta, el francés lo adelantó con un gran esprint y se coronó con 2 segundos de ventaja, lo que le dio tiempo de celebrarlo tocándose el pecho.
No fue un gran día para el campeón olímpico, el belga Greg Van Avermaet, ni para el vigente campeón, el también belga Tiesj Benoot, quienes estaban entre los favoritos para este sábado.