TARJETA A LA DISCRIMINACIÓN
Henry Lama tiene 80 % de discapacidad intelectual y, aunque su comunicación oral es compleja, eso no le impide ser árbitro barrial.
Hace 35 años vino al mundo con una discapacidad que limita su lenguaje oral. Pero eso no le ha impedido cumplir su mayor sueño: ser un á r bi t r o de fútbol.
Henry
Lama tiene una discapacidad intelectual del 80 % y es casi imposible entender lo que dice con palabras. Más bien, se comunica con señas y eso le ha bastado para mostrar las tarjetas amarillas y rojas en los partidos barriales en l os que actúa como juez central.
En la liga de Conocoto es muy conocido y apreciado. Llega cada fin de semana con su ropa de árbitro: una camiseta de color verde fluorescente que tiene varias rayas de esfero, y una pantaloneta negra que le llega hasta la cintura. Además, este joven se protege del sol con una gorra roja que también le sirve para ocultar su rostro cuando se ‘achola’.
“Quiero ser árbitro. Siempre quise”, dice Henry a EXTRA con mucho esfuerzo. Ante su gran deseo de pitar en los partidos barriales, la directiva del escenario deportivo ha abierto sus puertas para que el joven se sienta parte de la terna arbitral.
Siempre que actúa como juez central, cuenta con el respaldo de un árbitro profesional con quien comparte cancha. De su bolsillo saca sus tarjetas de amonestación. Son modestos recortes de cartulinas de color amarillo y rojo. Se puede ver que las tarjetas han sido recortadas, c o n mucho e s f u e r z o , c o n unas tijeras.