“ME PIDIÓ FAVORES SEXUALES PARA PITAR”
Harold Perilla, exárbitro colombiano, denunció que Óscar Julián Ruiz le intentó tocar los testículos y la cola. Se tuvo que alejar por acoso.
Tres exárbitros del fútbol colombiano señalaron el martes al exjuez FIFA Óscar Julián Ruiz, uno de los más importantes de Sudamérica, por acoso sexual y laboral, en un nuevo capítulo de denuncias por abusos que enloda al balompié cafetero.
Los exréferis Harold Perilla y Carlos Chávez lo acusaron de toquetearlos y realizarles insinuaciones sexuales, mientras que Javier Reina lo culpó de vetarlo para pitar por denunciar influencias suyas -cuando Ruiz ya había dejado la actividad- en el colegiado arbitral colombiano.
“Desde 2007 hasta que me retiré, me acosó. Intentó tocarme los testículos y la cola, se me insinuaba. (Dijo) que él me podía llevar muy lejos porque tenía mucho po- der”, afirmó Perilla, exárbitro internacional, a W Radio.
Perilla aseguró haber interpuesto una denuncia en la Fiscalía, donde reposa una querella contra el exárbitro colombiano desde 2010 por acoso sexual, presentada por el también exjuez Mauricio Sánchez, que fue archivada en 2012 por falta de pruebas.
Según Perilla, que el año pasado se retiró, Ruiz tenía el poder de imponer a miembros de la comisión técnica de árbitros, encargada de designar los jueces para los encuentros oficia- les del fútbol colombiano.
Por su parte, Chávez aseguró que Ruiz lo manoseó al término de dirigir un partido profesional en 2008. “Salí de las duchas y me tocó la cola. Me dijo: ‘este paga impuesto esta noche’”, denunció en la misma emisora.
En tanto, Reina, exárbitro asistente, indicó que en 2017 no le renovaron el contrato y lo acusaron de ser un hacker por denunciar la injerencia que tenía Ruiz en el cuerpo arbitral, seis años después de haberse retirado.
Perilla también señaló al exréferi FIFA Ímer Machado, miembro de la Comisión Técnica del Departamento de Arbitraje de la Federación Colombiana de Fútbol (FCF), de acoso sexual.
“Se me acercaba y me tocaba los testículos, me tuvieron que detener varias veces. Fue terrible. Muchas veces, me cogía la cola,