¡Atacada a puñaladas!
El crimen ocurrió en una urbanización privada de Daule. La Fiscalía dijo que el hecho pudo haberse dado porque ella no quiso volver con él, o quizás por celos.
Los gritos desgarradores de una mujer que decía “Me mata este hombre” alertaron al mediodía de ayer a varios residentes y dos guardias de una urbanización privada de la parroquia La Aurora, del cantón Daule.
Los celadores acudieron al domicilio de la mantense Rosa Neira Vera Bailón y encontraron en la sala de la planta baja a la mujer, de 59 años, con cortes en su cuello, estómago y otras partes del cuerpo. Mientras su exconviviente Luis Enrique Cedeño Cedeño, de 62 años, trataba de suicidarse y se había provocado un herida en el cuello y otra en el tórax, indicó el fiscal de Daule, Hugo García Vargas.
El cuerpo de la señora yacía boca arriba junto a una mesa y dos platos con alimentos, ya que a la hora del crimen (12:00) ella estaba almorzando, detalló el teniente Mario Larraga Martínez, de la Unidad de Delitos y Muertes Violentas (Dinased).
La pareja vivió en Venezuela muchos años, y en Ecuador tenían varios meses ya. “Presuntamente el incidente se habría dado porque ella no quería volver con él, o talvez por ce- los. Manejamos varias hipótesis”, dijo Vargas.
Junto al cuerpo quedaron un par de zapatillas, dos cuchillos con huellas de sangre y un celular. A pocos metros de ella estaba herido y boca abajo Cedeño.
Los vecinos y guardias comunicaron sobre el crimen a la Unidad de Policía Comunitaria de esa parroquia.
Minutos más tarde paramédicos del Cuerpo de Bomberos socorrieron al afectado y lo trasladaron en una ambulancia hasta una clínica de Guayaquil, donde hasta la tarde de ayer su estado era estable, porque las heridas no fueron tan profundas. Permane- cía con custodia policial.
El fiscal indicó que en las próximas horas se realizará la audiencia de formulación de cargos contra el implicado en este femicidio.
Desconcertados quedaron los familiares de la pareja cuando llegaron a la urbanización privada, tras el violento hecho de sangre. No podían creer lo que los celadores les contaban, ya que no les permitieron el ingreso hasta la escena del delito.
El mayor Marcos Proaño, jefe de la Dinased de la zona 5, explicó que los menores hallados eran nietos de la pareja y que la víctima había regresado hace tres meses al país.