¡Plomazo mañanero!
Barrio El Florón, de Portoviejo, en Manabí. Hacia las 05:40, varias detonaciones rasgaron, por segundos, el silencio mañanero de ese lugar.
Detonaciones que fueron suficientes para que los moradores se levantaran asustados de sus camas...
Cuando salieron encontraron el cuerpo de Luis Alfredo Solórzano Rivera, quien yacía boca abajo. Una ligera llovizna lo mojaba. Era hombre muerto. Lo acababan de matar.
...La gente murmuraba... “Regresaba de comprar pan y me encontré con esta desagradable escena. Me impactó cuando me percaté que era mi vecino”, dijo un habitante de la zona, quien pidió el anonimato.
La alerta del hecho de sangre llegó a oídos de las unidades de la Policía Nacional que se movilizaron. Personal de Criminalística y
Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida y Muertes Violentas (Dinased) se acercaron para realizar el respectivo procedimiento.
“Se verifica la causa de la muerte porque está en la vía pública. Se determinará si tiene algún tipo de antecedente u otro dato que nos ayude en la investigación”, dijo el agente de la Dinased, Luis Sotalin.
El oficial agregó que el arma utilizada y el número de impactos serán determinados mediante la necropsia, en el Centro Forense de Manta.
Personal policial acordonó la zona para evitar que los curiosos obstaculizaran las investigaciones o alteren la escena del crimen.
“Por aquí hay bastantes delincuentes, no se puede andar tranquilo”, manifestó un ciudadano en medio del alboroto.
Se pudo conocer que el occiso laboraba en un bus urbano. Aparentemente iniciaba su jornada de trabajo cuando la muerte se le atravesó en el camino.
Familiares en las afueras de la morgue evitaron dar declaraciones sobre este hecho que causó terror en esta población manabita.