¡15 añitos y se ahorcó!
El chico se deprimió aparentemente porque su novia lo abandonó.
El intenso frío de la noche azotaba mientras la Policía realizaba el levantamiento del cadáver de Santiago Amaguaña.
En el patio y en la acera familiares del joven, de 15 años, permanecían consternados por lo sucedido.
No se explicaban el porqué a tan corta edad el muchacho había tomado la fatal determinación de quitarse la vida.
“No debían dejarle solo si le notaron algo extraño”, comentaba uno de los allegados.
Pasadas las 21:00, varios vehículos llegaron al barrio Buena Vista, en San Juan de Calderón, norte de la capital, y se estacionaron a un costado de la calle San Mateo.
Los ocupantes se bajaron desesperados y apresuradamente se dirigieron a un inmueble donde en la entrada principal estaban varios policías resguardando el paso.
Los uniformados se encargaron de comentarles que dentro de la vivienda un adolescente estaba muerto.
Con l l a nt o y abrazos trataban de calmar el intenso dolor y sufrimiento por tan terrible noticia.
La noche del lunes, la Policía de la parroquia de Calderón fue alertada del hallazgo de un cadáver.
Los uniformados se trasladaron al distante sitio y se enteraron que un chico se había colgado en una viga metálica en su dormitorio.
Para las diligencias respectivas solicitaron la presencia de los miembros de Criminalística y Dinased, quienes arribaron al lugar y realizaron las diligencias investigativas, principalmente averiguando a los parientes sobre la vida que llevaba el muchacho.
La información de uno de los allegados fue que Álex en los últimos días estaba deprimido, presuntamente porque terminó con la novia y le había afectado mucho.
En la mañana el joven pasó en la vivienda junto a sus tres hermanos, quienes en la tarde, uno a uno fueron abandonando el hogar en diferentes horarios.
Álex se quedó solo y aprovechó para autoeliminarse colocándose una cuerda alrededor del cuello y quedar suspendido de la viga. De las indagaciones policiales, el hecho habría ocurrido a las 17:00, no sin antes escribir una carta exculpatoria que fue encontrada por sus familiares.
Realizadas las pesquisas el cadáver fue llevado a la morgue para la necropsia.
Algunos vecinos del sector se alarmaron al mirar la llegada de los patrulleros, se imaginaron que había sucedido un robo, pero al enterarse de la realidad se entristecieron y pedían que el almita del muchacho descanse en paz. “No deben cometer esas barbaridades, solo Diosito es dueño de nuestras vidas”, comentó Martha Jácome moradora del lugar.