¡En átomos volando!
El dato es más que revelador de la magnitud de lo ocurrido: al menos tres horas les tomó a los agentes de Criminalística y Medicina Legal recoger las partes humanas de los cuatro mineros que murieron en la explosión de polvorín en la parroquia Malvas, del cantón Zaruma, provincia de El Oro.
Juan Antonio Macas Contento, de 50 años; su sobrino, Geovanny Macas Namicela, de 26; José Antonio Bermeo Cueva; y, Manuel Antonio Orellana Pacheco trabajaban en la bodega de material explosivo de una empresa minera cuando, por causas que aún se investigan, explotó con los cuatro obreros adentro.
ba, gritaba y nos pusimos nerviosos, hasta me desmayé”, explicó Elizabeth Aguilar, quien vive a 100 metros del lugar donde ocurrió el siniestro. La onda expansiva alcanzó un radio de al menos 800 metros a la redonda.
En la zona quedaron las ventanas destrozadas, los tumbados caídos y algunas paredes cuarteadas. “Fue una explosión muy fuerte. Primera vez que ocurre esto. En el sitio del polvorín se encontraban cuatro personas que han sido totalmente destrozadas, no se las encuentra para nada, solo pedacitos humanos”, dijo Juan Aguilar, quien también salió afectado en su vivienda.
En una camilla de aluminio se pusieron los restos que se pudieron hallar.
El coronel Francisco Aguilar, jefe de la Subzona El Oro, dijo que a cada una de las partes se les realizará la prueba de ADN para conocer de quién se trata y que sus familiares le puedan dar sepultura.
Óscar Loor, presidente nacional de la Cámara de Minería, se hizo presente en el lugar y lamentó el hecho.
Señaló que hay que esperar para saber “si se trató de una falla humana o algún problema de la empresa”, por lo que tratarán de ver la manera de cómo ayudar a los familiares de los afectados.