EVO VIVE EN SUS CAMISETAS
Aprendió a amar al Ídolo cuando vendía helados en el Monumental. Fue una de las 12 víctimas mortales del accidente de tránsito en agosto de 2018.
SU HERENCIA
En su casa ubicada en el sur porteño, María, comerciante y madre de Evo, atesora la ‘herencia’ que su hijo dejó: 50 camisetas de Barcelona. Hay de diferentes modelos y colores. Una de ellas resalta porque está repleta de autógrafos de los jugadores del Ídolo.
Lo único que su madrecita sabe de fútbol es que los hinchas hacen cualquier cosa por seguir a su equipo. Y lo aprendió porque su hijo se desvivía por el club amarillo.
Evo era el hincha más popular de su barrio, sus amigos lo querían, porque cuando estaban chiros, Maji les prestaba billete. Quienes tenían más confianza con él lo llamaban cariñosamente ‘Evo chulquero’. Existen gorras con ese apodo y las lucen sus amigos de la barra Los Vagos de la 9.
Su amor por Barcelona comenzó cuando vivían en las calles General Gómez y Tulcán. Él y su hermano Nicolás vendían helados en el Monumental cuando jugaba el Ídolo.
Evo se distraía del trabajo y dedicaba a cantar con la barra Sur Oscura.
María
UN PEDIDO ESPECIAL
María llora al ver las camisetas de Barcelona. Agarra una especial que siempre utilizaba su hijo para ir al Monumental.
Meses antes de la desgracia, José Ignacio compartió con sus allegados un deseo especial, pero que muchos lo tomaron como una más de sus locuras por Barcelona. “Espero que hagan realidad mi sueño: cuando muera quiero que me saquen cargado del ‘templo’ del Monumental. Luego que mi madrecita le entregue mis camisetas a mi hija cuando cumpla 15 años como regalo”, recuerda Nicolás Jami,