¡Ruega por su hijo!
La mamá clama justicia. Su vástago está en coma desde el día del ataque.
Apesar de tener el brazo izquierdo lastimado, a Azucena Reyna Echeverría, de 67 años, le duele más saber que su hijo está en coma y con un estado de salud poco alentador.
La progenitora vive días angustiantes mientras su hijo, Carlos Villacís Reyna, está en el área de cuidados intensivos, en un hospital del norte de Guayaquil. Mientras ella espera su pronta mejoría, clama por justicia.
Ambos fueron presuntamente apuñalados por un vecino de Azucena, quien al parecer se molestó al ver estacionada la moto de Carlos fuera de la casa de su madre, en la ciudadela La
Garzota, la tarde del 4 de agosto.
“Mi hijo y yo habíamos ido ese día al templo. Estuvimos en un culto precioso y luego nos pasó esto”, recuerda Lourdes.
Su hijo, quien labora en Santa Elena y había cumplido 47 años el jueves anterior al ataque, vino a Guayaquil para festejar con su familia.
Azucena comenta que ella y su hijo estaban en casa cuando un conocido les avisó que el supuesto involucrado, identificado como Iván Fernando Bustamante Ojeda, golpeaba el vehículo de Carlos, quien salió a reclamar.
La mujer le rogó a su pariente que no se meta en problemas pero pasó lo peor. “El tipo se me abalanzó, pero no recuerdo bien. Yo sentí que me salía sangre a chorros”.
El morador habría tenido un cuchillo con el que presuntamente hirió a la señora y al segundo de sus vástagos.
Madre e hijo fueron llevados a una casa de salud, mientras que Bustamante fue detenido y se le dictó prisión preventiva tras la audiencia de flagrancia.
Azucena salió de su internamiento dos días después. Ella cuenta que para dormir debe colocar una almohada debajo de su extremidad, para evitar dolencias. Su movilidad ahora es limitada, ya que tiene el brazo vendado y además le colocaron un drenador de sangre.
Jenniffer Cabada Reyna, otra de las hijas de Lourdes, refiere que su progenitora “tiene dañados tejidos, músculos y nervios. El cuchillo llegó hasta el hueso. Una herida es de 20 centímetros y tiene otra”.
El panorama es peor para Carlos, quien según Jenniffer, permanece en coma desde ese domingo. “Tuvo 12 puñaladas en el cráneo y otras en la espalda, hombros y piernas. El cirujano dijo que lo han querido decapitar”, acotó Cabada.