De robo a asesinato
A TRES VENEZOLANOS LES REFORMULARON LOS CARGOS POR LA MUERTE DE UN ECUATORIANO.
Lo que al principio se investigó como un robo, la Fiscalía llegó a la conclusión de que se debía indagar como un asesinato. Se trataba de la muerte de Aníbal Santillán, de 22 años, cuyo crimen ocurrió en El Conde, sector del sur de Quito.
Las pericias iniciales señalaron que tres personas estaban implicadas en el suceso, por lo que fueron detenidas, una por una. Los sospechosos fueron identificados como Leonardo Olivares, Luis Burgos y Juan Martínez, todos de nacionalidad venezolana.
A decir de dos testigos, la víctima se encontraba libando en las gradas del barrio El Blanqueado, en las calles E4E y S40. Mientras lo hacía, Olivares llegó para vender una malla con mandarinas, pero no le compraron porque no tenían dinero.
Se pusieron a conversar y en ese momento, las personas que acompañaban a Santillán, se dieron cuenta de que no tenían su celular y una billetera. Fue entonces que le reclamaron al extranjero, suponiendo que él les había robado las dos pertenencias, según la versión de los acompañantes del fallecido.
Los datos precisaron que se acercó también Burgos y una mujer, iniciando una pelea con Santillán. Los amigos vieron que el hombre, oriundo de Ambato (Tungurahua), se desplomó en la cancha de vóley de aquel sector.
Creyeron que sucedió porque se encontraba, detallaron, con unas copas de más. Luego, apareció Martínez en la escena y junto a Burgos, le patearon en el piso.
Uno de los panas de Santillán fue a pedir ayuda. A su retorno, se dieron cuenta de que la víctima tenía su pecho completamente ensangrentado. Los policías se acercaron para las diligencias y, en compañía de los testigos, hicieron un barrido por el sector para la aprehensión de los tres ciudadanos extranjeros.
Sin embargo, los procesados Burgos y Olivares explicaron que a ellos los agredieron primero, específicamente el hombre que recibió las puñaladas en el pecho. Mientras que Martínez adujo que se encontraba en una peluquería, donde supuestamente trabaja, y a la que fue uno de los detenidos para pedirle ayuda.
Con esos antecedentes, se abrió el proceso como un robo con resultado de muerte. Pero con la reformulación de cargos, los indagados entran a un nuevo caso estipulado en el artículo 140 del Código Orgánico Integral Penal
DATO
El asesinato, de llegar a comprobarse la culpabilidad de los sujetos, puede pagarse con 34 años de cárcel.