¡’INDIGENCIÓPOLIS’!
EL PUENTE QUE ESTÁ EN ESTE SECTOR DEL SUR DE QUITO SE HA CONVERTIDO EN HOTEL, ASÍ COMO EN LUGAR PARA ARROJAR DESECHOS DE LAS VENTAS INFORMALES.
Pasar debajo del puente de Chillogallo, en el sur, es casi una proeza. Los arriesgados lo hacen con las manos sobre la nariz y a prisa. Todo por la basura y el olor nauseabundo.
“En las noches esto es un río de orina. Se convirtió en un foco de insalubridad”, indi c ó Gabriela Acurio, dirigente de la zona comercial de la avenida Mariscal Sucre.
El paso elevado deja en sus cimientos espacios que prácticamente dotan de privacidad a personas en situación de calle. Aunque, a decir de Acurio, en el sitio también se reúne gente para libar e incluso tener relaciones sexuales.
“Ya nos acercamos a poner una denuncia en la administración zonal”, explicó la moradora. Sin embargo, en medio de los reclamos de la vecindad aparecieron varios funcionarios de la Agencia Metropolitana de Control (AMC) acompañados de elementos de la Policía Nacional para desalojar a un hombre que dormía plácidamente sobre un colchón viejo.
Requisaron sus cosas, había muebles viejos, plásticos, cartones y cobijas que aumentaban el mal olor .“No encontramos armas, ni sustancias. Solo es una persona en situación de calle”, informó en ese momento Max Molina, jefe de operaciones del Distrito Quitumbe.
Los agentes le pidieron que se retirara, mientras los trabajadores ponían los desechos en fundas de basura. Además hubo necesidad de llamar maquinaria para lavar el sitio con agua a presión.
“Aquí siempre hay más gente por las noches, el sitio se ha convertido en un foco de la delincuencia”, explicó Acurio.
Además, y a pesar de que el Municipio de Quito colocó vallas metálicas alrededor del lugar, los moradores aún se quejan por la presencia de ventas informales. “Pasa lo de siempre, los delincuentes se camuflan entre los vendedores y aprovechan las aglomeraciones de gente”, dijo la dirigente.
Ellos también dejarían desperdicios de sus ventas bajo el puente. La pestilencia es para los negocios -sobre todo de comida- un detonante para la baja en su economía.
“Imagínese ¿quién va a querer comer con un olor así?”, acotó.
En este sentido, Mauricio Domínguez, funcionario de la AMC, informó que este tipo de operativos se realizan todos los días en diferentes sectores de la ciudad. “Tenemos que seguir vigilando porque sucede que vuelven a los lugares”, expresó. Además se tiene previsto ejecutar macrooperativos en los próximos días en los 40 puntos más conflictivos en lo que a ventas informales se refiere.
“En los últimos meses el problema se ha agravado, pero esperamos que la limpieza sea constante”, dijo Gabriela Acurio.
40
PUNTOS conflictivos de ventas informales existen en la ciudad.
La Tribuna
Hace unos días hasta instalaron sala y comedor bajo el puente. Era prácticamente un departamento”.
GABRIELA ACURIO Moradora