¡Fingió dolor para asaltar!
El delincuente, con las manos en el vientre, engañó al guardia de que necesitaba atención médica para ingresar y robar en la casa de salud.
Martes, medianoche. Una clínica privada en Santo Domingo mantienen la puerta metálica de ingreso cerrada. Seguridad.
De repente, un hombre llega con las manos en el abdomen. Se queja del dolor. ¡No puede más! Todo es creíble.
El guardia, quien custodia el acceso, al verlo retorciéndose piensa que requiere atención médica. Y lo deja pasar... entonces empieza el asalto.
No es una película de terror. Es la vida real. Y ese sujeto que aparentaba un dolor en el vientre saca un arma de fuego y apunta al celador.
Los dos compinches que acompañan al falso enfermo entran para amedrentar e insultar al personal. A poner todo de cabeza, porque también están armados...
EN MEDIO DEL ROBO
Horas después, las víctimas relatan a los agentes de la Policía Judicial lo ocurrido desde que los pillos ingresaron hasta que se marcharon.
Dicen que al guardia le quitaron dos celulares; a uno de los médicos se le llevaron su teléfono móvil; mientras que a una de las enfermeras le arrancharon sus documentos personales y 60 dólares.
No paró allí. Los testigos, aún aterrados, cuentan que los bandidos rompieron el vidrio de la puerta de acceso al área de archivo y caja para entrar. Revolvieron todo a su paso.
¡Bingo! Hallaron los cajones de donde supuestamente sustrajeron 3.000 dólares y una computadora portátil. Eso dice el informe preliminar de la Policía.
Los agentes investigan el caso como un asalto y robo a una unidad económica.
Ya descartaron que alguna persona haya resultado herida durante el atraco. Eso sí, el falso enfermo, supuestamente con dolor en el estómago, no se les olvidará jamás.
LAS PÉRDIDAS
Supuestamente se llevaron 3.000 dólares de la caja y una computadora portátil. También celulares y documentos.