¡TRABAJO A CUENTA GOTAS!
✓La grave crisis se ve reflejada en el comercio. ✓Escasez en los mercados, un hecho.
Durante 45 años, don Darío León Rivas ha mantenido sin mayores traumatismos su empresa en la esquina de Rumichaca y Luque, centro del Puerto Principal. Es una ferretería que atiende de 08:00 a 19:00, pero que durante la última semana se ha visto obligado a trabajar a ‘media llave’ por el paro y las manifestaciones. “Nos ha tocado cerrar a las dos de la tarde porque vienen los disturbios y así no se puede trabajar”, dijo León.
Él asegura que la Policía ha ayudado a controlar los desmanes en la zona, por lo que los negocios no han sufrido saqueos. Sin embargo, el temor está latente, por eso los comerciantes no abren todas las puertas corredizas y se mantienen atentos a cualquier situación irregular.
El problema, dijo, es que con la disminución de horas laboradas, los ingresos también bajan y eso afecta el pago de los sueldos de los 50 empleados que trabajan con él y las otras obligaciones que tiene. “Tocará pedir al banco la aprobación de un sobregiro y eso cuesta plata, cobran intereses y como no se puede trabajar en horario completo, no tenemos ingresos”, añadió preocupado.
OTROS AFECTADOS
En el portal de este negocio, un grupo de trabajadores, entre gasfiteros y electricistas, aguarda una oportunidad de laborar.
Milton Rodríguez, un gasfitero con 40 años de experiencia, aseguró que en temporadas normales de trabajo puede hacer unas seis labores. En estos días solo ha conseguido tres. “Es que no hay circulante, porque muchos negocios no están trabajando. Por eso no hay dinero y la gente no tiene cómo salir a hacer compras. Sin trabajo se daña el comercio, se daña todo”, analizó.
Su colega electricista, Oswaldo García está preocupado porque, mientras duren las manifestaciones, la fuerza laboral irá mermando su capacidad económica. “Y eso afecta a todos, a todo el país”.
En otra zona del centro, en la Avenida 9 de Octubre, entre Escobedo y Chimborazo, un local de electrodomésticos también labora a medias.
El administrador, Anthony Carrera, explica que cada día deben cerrar más temprano por el temor a los desmanes. “Normalmente se trabaja de 10 de la mañana a 8 de la noche, pero todos estos días de paro hemos tenido que cerrar a las 3 de la tarde, porque a esa hora se intensifican las manifestaciones”.
La disminución de horas laboradas y el paro ha hecho que las ventas bajen. “Ya para esta fecha normalmente se tenía vendido unos 30 mil dólares. Ahora hemos llegado a tres mil. Es la décima parte; eso afecta a todos, pues los empleados ganan un sueldo más comisiones por ventas”, enfatiza.
DATO
En el sur, los desmanes y saqueos en comercios fueron recurrentes.